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Por Ricarte Meléndez, Especialista Técnico en Control de Pérdidas, de American International Group (AIG) América Latina y Caribe

Nuevamente, estamos muy cerca de la temporada de huracanes, que comienza en el mes de junio y culmina el 30 de noviembre. Ya debemos comenzar a prepararnos para el eventual paso de una tormenta o huracán. Como ha sido la tendencia en los últimos años, se espera que sea una muy activa, pronosticado que se formarán unas 13 tormentas, de los cuales dos podrían ser intensos, según informe de la Universidad de Colorado.

Puerto Rico se encuentra en la ruta de las tormentas que se originan en el Océano Atlántico, una zona altamente peligrosa en la que se pueden sentir vientos sostenidos de hasta 145 mph. Por eso es importante que los responsables de las empresas confirmen que tienen la cobertura de seguro adecuada, que las estructuras físicas están en buen estado y que cuentan con un plan de continuidad de negocio. Además, es de suma importancia que se actualicen los costos de reemplazo de las propiedades aseguradas para adecuarlos la realidad, considerando los altos niveles de inflación que se han observado recientemente.

Cada empresa debe evaluar cuáles son sus riesgos ante los huracanes; los vientos, los proyectiles y las inundaciones. En el caso de las propiedades costeras, las marejadas ciclónicas pueden alcanzar los predios e interrumpir la operación del negocio.

Estas son algunas recomendaciones para estar mejor preparado:

  • Hacer una evaluación objetiva de su propiedad. Si es concreto, verificar si tiene puertas o ventanas de cristal, techos de madera o metal, etc.
  • Para las ventanas, se pueden adquirir modelos Miami Dade County Approved, que certifican que son resistentes a las presiones de vientos y al impacto de proyectiles.
  • Se pueden instalar tormenteras. Existen varios tipos que se pueden elegir, tomando en cuenta el presupuesto, si cuenta con espacio para almacenarlas y el tiempo y mano de obra que le tomará instalarlas.
  • Asegurarse de que los desagües estén limpios y que no se acumule agua en el techo. La condición del techo y su sistema de impermeabilización.
  • Inspeccionar que no haya escombros alrededor del edifico que puedan convertirse en proyectiles y provocar daños.
  • Asegurarse que todos los equipos instalados en el exterior estén adecuadamente anclados con tensores o tornillos adicionales a una base en concreto.
  • Las plantas eléctricas deben estar al día con su mantenimiento requerido y suficiente diésel para operar varios días. Se recomienda desconectar los equipos sensitivos a fluctuaciones de energía.
  • Se debe evaluar los posibles riesgos de inundación del negocio, utilizando los mapas de FEMA, para saber si su propiedad está ubicada en área inundable.
  • Edificios que se encuentren en la costa, a menos de 15 pies sobre el nivel del mar podrían verse afectados. Un huracán puede causar marejada ciclónica de 14 o 15 pies. Una opción es construir un muro de contención alrededor de la propiedad o elevar el terreno alrededor de la estructura.

Es importante, desde el inicio de la temporada de huracanes, calcular el tiempo que le tomará prepararse para el impacto de un ciclón fuerte. AIG ofrece a sus asegurados el servicio de evaluación de riesgos realizado por ingenieros, quienes identifican posibles áreas de vulnerabilidad del negocio y ofrecen recomendaciones para disminuir los riesgos.

  • Contenido desarrollado por AIG. Sin Comillas no ha participado en la redacción del artículo.