Por CPA Simón Carlo, miembro del Comité de Asuntos Contributivos del Colegio de CPA
Según evoluciona la tecnología, múltiples aspectos de nuestro día se ven impactados y las contribuciones no son la excepción. Mientras que hace unos años atrás las criptomonedas y los activos digitales eran desconocidos para muchos, hoy tienen un lugar prominente en la sociedad, acercándose cada vez más a la adopción masiva.
La velocidad de adopción por el público ha dejado rezagado al gobierno en su intento por regular el uso en el comercio de esta tecnología, lo que ha convertido el tema de la tributación de estos activos en uno controversial, con muchos autoproclamados expertos alegando que las criptomonedas y otros activos digitales están exentos de tributación.
La realidad es que en términos generales esto es falso. Tenemos que comenzar por entender que el Servicio de Rentas Internas Federal (IRS) reconoce las criptomonedas y activos digitales como propiedad. Esto significa que el ingreso o ganancias generadas serán tributables mientras que las perdidas podrían ser deducibles según las reglas aplicables a propiedad.
Algunos de los escenarios más comunes que pueden dar paso a eventos tributables relacionados a criptomonedas y activos digitales son los siguientes:
Intercambiar criptomonedas y activos digitales por efectivo
La transacción más simple que podemos describir es la venta de criptomonedas o activos digitales a cambio de efectivo. Al ser considerara propiedad, cualquier ganancia realizada por la compraventa de criptomonedas está sujeta a impuestos sobre ganancias de capital. Un ejemplo de este escenario es alguien que vende sus criptomonedas o activos digitales para aprovechar la apreciación en las mismas y convertirla en dólares. Esta venta es un evento tributable que le corresponderá reportar en su planilla de contribución sobre ingresos.
Intercambiar criptomonedas y activos digitales por otras criptomonedas y activos digitales
Todo intercambio de una criptomoneda o activo digital por otra criptomoneda o activo digital constituye un evento tributable. Este segundo escenario es análogo al anterior, salvo que, en vez de vender las criptomonedas a cambio de efectivo, se vende a cambio de otra moneda. Este escenario es sumamente importante para personas que invierten en criptomonedas activamente, ya que es usual tener que realizar múltiples transacciones con diferentes criptomonedas para poder lograr adquirir la criptomoneda que el individuo realmente desea. Cada uno de esos intercambios de Bitcoin a Ethereum a Cardano a Dogecoin o cualquier otra criptomoneda representan eventos tributables, aunque no pensemos que lo son. Hay que hacer énfasis en que es responsabilidad del contribuyente documentar su base y ganancia o pérdida en cada transacción de las antes mencionadas para poder incluirla en su planilla.
Usar criptomonedas para adquirir bienes o servicios
Cada día es más común adquirir bienes y servicios a cambio de criptomonedas según incrementa la adopción de estos activos. Al utilizar criptomonedas para adquirir bienes o servicios, la transacción podría desencadenar en un evento tributable si el valor justo en el mercado de los bienes o servicios recibidos supera tu base en la criptomoneda. Por ejemplo, si compraste 1 Eth por $ 1,000 y luego lo usaste para comprar un automóvil con valor justo en el mercado de $5,000, correspondería reconocer una ganancia de $4,000 que estaría sujeta a impuestos sobre ganancias de capital.
Recibir criptomonedas como pago por proveer bienes o servicios
Por el otro lado, si recibes criptomonedas como pago por proveer bienes o servicios, el valor justo en el mercado de la criptomoneda recibida se incluye en tus ingresos brutos. Por ejemplo, si proporcionas servicios de consultoría con valor de $20,000 pero recibes 1 Bitcoin como pago cuando el valor justo en el mercado de la criptomoneda es de $30,000, tendrías que reconocer $30,000 de ingresos brutos por concepto de servicios que estarían sujetos a contribución sobre ingresos ordinaria.
Recompensas por Minar/“Staking”/Forks y Airdrops
Existen múltiples maneras de obtener criptomonedas y activos digitales sin que se requiera invertir dinero para adquirirlas. Se puede minar monedas, lo que implica el resolver ecuaciones matemáticas complejas a cambio de recompensas en criptomonedas y requiere un envolvimiento activo de parte del usuario. También se pueden obtener recompensas mediante “staking”, un proceso en el que usuarios usan sus criptomonedas para brindarle seguridad a la red y validar transacciones y requiere un rol pasivo de parte del usuario. También existen los “forks” que es cuando una criptomoneda se divide en dos bloques separados y el usuario recibe la misma cantidad de criptomonedas en el nuevo bloque que tenía en el bloque original al momento de la separación y por último los “airdrops” que son recompensas que se reciben gratuitamente generalmente por promociones o por ser parte de la comunidad. Estos últimos dos métodos para recibir recompensas de criptomonedas generalmente no necesitan un rol activo del usuario.
En el caso de este tipo de transacciones se debe evaluar todos los hechos y circunstancias de la misma. El rol activo o pasivo en la generación del posible ingreso, el carácter de la recompensa, la habilidad de disponer o no de la misma, entre otros factores incidirán en la manera de reportar y finalmente pagar las contribuciones correspondientes por estas transacciones.
Según avanza la adopción masiva de las criptomonedas y activos digitales el panorama continuara evolucionando y es importante tener en cuenta que estos ejemplos no son exhaustivos y el tratamiento contributivo que pueden recibir las criptomonedas y activos digitales finalmente dependerá de las circunstancias particulares de cada contribuyente. Si tiene dudas o necesita más información, debe consultar a su CPA o asesor contributivo de confianza y éste le podrá orientar debidamente.