Daños ocasionados por los temblores en Guánica. (Foto: Centro de Periodismo Investigativo)

Por redacción de Sin Comillas

Más del 85% de las empresas pequeñas y medianas de manufactura en la Isla tienen problemas estructurales y enfrentan riesgos ante un movimiento sísmico de gran magnitud, según dos estudios, uno económico y otro de infraestructura, realizados por Puerto Rico Manufacturing Extension (PRiMEX). Recordemos que el 7 de enero del 2020 la zona suroeste de la Isla sufrió un sismo con una  magnitud 6.4 y varias réplicas.

En el estudio se evaluaron, durante dos años, 221 edificios, en la zona suroeste de la Isla, que fue la más afectada durante el terremoto de 2020. Las empresas están ubicadas en los 33 municipios incluidos en la Declaración de Desastre Mayor de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.

“Uno de los estudios analiza los peligros sísmicos potenciales en las estructuras de edificios de pequeñas y medianas empresas de manufactura, con herramientas de evaluación desarrollados por FEMA. La herramienta proporciona una metodología para evaluar la seguridad sísmica de los edificios existentes no dañados para indicar cuáles son los que se le deben realizar un examen más detallado. Los hallazgos reflejan que muchas estructuras tienen una serie de irregularidades con respecto a la modificación del diseño/construcción, sin considerar los códigos aplicables y las cargas laterales sísmicas. Estos hallazgos pueden agruparse en las siguientes áreas: construcción informal de concreto, modificaciones informales de construcción de concreto, construcción informal de acero, posible golpeo entre edificios con diferente altura del piso y estructuras de ladera con posible movimiento de deslizamiento de tierra en un terremoto”, explicó Francisco García, director de programa de terremoto.

La metodología utilizada es el Procedimiento de Detección Visual Rápida (RVS) que identifica, inventarios y examina edificios que son potencialmente peligrosos sísmicamente. Se trata de un estudio basado en las características que se pueden observar en una recopilación de datos con información pertinente del edificio para el rendimiento sísmico.

Los principales hallazgos fueron: daño estructural, construcción informal, modificaciones estructurales, golpes, estructuras de ladera y problemas de mantenimiento. Los resultados finales indican un análisis más detallado de muchos de los edificios. El 88% (141) de los edificios, requieren un análisis detallado más allá del RVS, para determinar su rendimiento sísmico, el 30% tenía puntajes bajos de RVSy el 70% tenía otros peligros presentes”, explicó el líder en la manufactura.

En cuanto al aspecto económico; el estudio examinó el impacto y las estrategias adoptadas por los pequeños y medianos manufactureros ubicados en la región suroeste de Puerto Rico durante el terremoto y sus réplicas.

Los resultados muestran que el 75% de las empresas examinadas recibieron un impacto de la cadena de suministros e interrupciones en la distribución, el 73% reportaron pérdidas de más de $10,000. El 52% reportaron cierres parciales o totales. El 80% informaron problemas con ausentismo y retención de empleados. El 51% tienen intenciones de cambiar su estrategia de negocio. El 39% tienen intenciones de modificar o crear productos nuevos. Mientras el 40% tienen intenciones de diversificar su base de clientes. El 50% de las empresas tienen intenciones de mejorar su sistema de compras o control de inventario.

“Los hallazgos muestran que las pequeñas y medianas empresas del sector agrícola, alimentos y bebidas están menos preparadas en términos de planificación y cobertura de seguros. El otro sector representado por textiles y prendas de vestir, impresión y servicios relacionados y productos metálicos, parece estar mejor preparados. En términos de estrategia, las empresas más pequeñas están reconociendo áreas de mejora para superar los desafíos existentes. Las redirecciones estratégicas se centran en: negocio (58%), producto (45%), logística (43%) y estrategias de mercado (45%). Esta última se centra en la diversificación de clientes, una estrategia de resiliencia significativamente importante” explicó Alizabeth Sánchez López, principal investigadora de AMS.