Por redacción de Sin Comillas
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) alerta del riesgo de recesión en Estados Unidos y Europa en 2023 y de una fuerte inflación, y recuerda que la prioridad de los bancos centrales debe ser luchar contra el aumento de los precios.
“No nos sentimos cómodos con este pronóstico, pero no podemos eliminar posibilidades”, dijo su director general, Agustín Carstens, en la presentación del Informe Económico Anual, en la que afirmó que los bancos centrales han hecho lo correcto al adelantar y acelerar las subidas de las tasas de interés.
Esta institución considera que “es improbable que la estanflación de la década de 1970 se repita” porque la política monetaria y la prudencia macroeconómica han mejorado y porque se ha reducido la dependencia de la energía. Pero el elevado endeudamiento y la sobrevaloración de los precios de los activos, sobre todo en el mercado de propiedad residencial, podría magnificar cualquier desaceleración, advirtió.
El BPI cree que el reto principal al que se enfrentan las principales instituciones de política monetaria es conseguir “aterrizaje suave”, es decir, un ciclo de subidas de las tasas de interés que termine sin recesión (dos trimestres consecutivos de contracción del crecimiento), algo que históricamente ha sido difícil. Si una economía entra en recesión en los tres años después del pico más elevado del ciclo de la política monetaria, el aterrizaje se define como duro.