Los consumidores vuelven a endeudarse. Crecen los préstamos personales y la deuda en tarjetas de crédito
Por Luisa García Pelatti
Los primeros tres meses del año muestran un cambio en el comportamiento de los consumidores puertorriqueños, que después de las ayudas recibidas en los primeros meses de las pandemia vuelven a endeudarse. Los préstamos comerciales crecen a doble dígito, se vuelven a usar las tarjetas de crédito y los préstamos de autos mantiene un fuerte ritmo de los últimos trimestre.
La cartera de préstamos de los bancos se redujo 3.7% durante el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras de Puerto Rico. Los créditos, que aumentaron durante el primer año de la pandemia, han caído durante cuatro trimestres de forma consecutiva. La caída de las carteras se va frenando gracias al buen desempeño de los préstamos personales y a que se mantiene el auge en los préstamos de autos.
Los préstamos personales, que estuvieron disminuyendo durante la mayor parte de 2020, crecieron 10.9% en el primer trimestre de 2022, el mayor aumento desde 2013.
Por su parte, los préstamos para la compra de autos, que no han dejado de crecer desde finales de 2017, experimentaron un alza de 16.3% en el primer trimestre de este año.
La deuda en tarjetas de crédito crece por primera vez desde 2013 y en el primer trimestre registraron un alza de 2.2%. La deuda en tarjetas de crédito cayó de forma acelerada al inicio de la declaración de la pandemia –debido a la caída del consumo, los viajes y a que las familias han usado los cheques de estímulo para reducir el balance adeudado en sus tarjetas de crédito.
Los préstamos hipotecarios cayeron 6.5%. La deuda hipotecaria, que ha estado cayendo desde 2010, disminuyó hasta $17,952 millones, la más baja desde 2002.
Los créditos comerciales, industriales y agrícolas retrocedieron 2.7%, la cuarta caída consecutiva. Al principio de la pandemia, los préstamos a empresas alcanzaron el nivel más alto desde 2016, gracias al Programa de Protección de Nómina de la Agencia Federal de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés).
