Por redacción de Sin Comillas

El Gobierno de Estados Unidos dejará de exigir una prueba de COVID-19 negativa a los pasajeros antes de abordar un vuelo con destino a Estados Unidos. La medida, que entrará en vigor el domingo, supone un alivio económico para los pasajeros que tenía que pagar más de $40 por prueba y si daban positivo un día antes de volar tenían que esperar varios días antes de poder regresar a Estados Unidos y hacer frente a los gastos inesperados.

Para las compañías aéreas la medida suponía un problema de logística, ya que debían acomodar a esos pasajeros en vuelos posteriores, y llevaban tiempo pidiendo a Estados Unidos que eliminara esta restricción.

Los viajeros que no sean residentes en Estados Unidos deberán seguir presentando prueba de vacunación para volar a Estados Unidos.

Se elimina así una de las últimas restricciones que se establecieron al inicio de la pandemia y que se había establecido desde principio del año pasado. Al principio se exigía que la prueba se hiciera tres días antes del viaje, luego la prueba tenía que hacer 24 horas antes.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) revisarán la decisión cada 90 días y podría volver a exigir prueba de COVID si fuera necesario. De todos modos, los CDC recomiendan a los viajeros hacerse una prueba de COVID antes de un viaje en avión.

Las líneas aéreas señalan que este cambio ayudará a la recuperación del turismo internacional.