Por redacción de Sin Comillas

Twitter ha anunciado este lunes que ha llegado  acuerdo con Elon Musk, presidente de Tesla y el hombre más rico del mundo, para comprar la totalidad de la red social en una operación valorada en $44,000 millones. Musk hizo pública la oferta hace 11 días, después de que se difundiera que había adquirido una primera participación de 9.2% en la empresa.

Las negociaciones para cerrar un acuerdo se han desarrollado durante el fin de semana. El empresario pagará $54.20 por acción. La cotización de las acciones se suspendió poco antes del anuncio del acuerdo. La acción cerró en $51.70, un aumento de 5.66% respecto al día previo. Musk quiere que la compañía deje de cotizar en la Bolsa.

La operación supone un triunfo para Musk. Twitter había dejado la impresión de que no aceptaría la oferta.

El 14 de abril, Musk, que tiene 83 millones de seguidores en la red social, anunció su intención de comprar la empresa pero sin hacer una oferta concreta. Twitter dijo que impediría la compra con una cláusula, conocida en el mundo económico como poison pill (píldora venenosa). La cosa cambió cuando el fundador de Tesla presentaba una oferta de $46,500 millones y mostraba evidencia de cómo iba a conseguir el dinero. Musk se reunió el viernes con algunos de los mayores accionistas de la compañía.

¿Por qué Musk ha comprado Twitter?

Lo que muchos se preguntan es qué implica que la persona más rica del mundo pueda hacer lo que quiera con una de las plataformas principales de comunicación.  Según sus propias palabras, su intención es salvar la democracia: “Es muy importante que haya un escenario inclusivo para la libertad de expresión”, dijo. “Twitter se ha convertido en una especie de plaza pública de facto, por lo que es realmente importante que la gente crea y perciba que puede hablar libremente dentro de los límites de la ley”. Este recurso es indispensable tanto para “el funcionamiento de la democracia en Estados Unidos como en muchos otros países”, añadió.

Antes de hacer la oferta de compra, propuso hacer público el algoritmo de Twitter. Por qué se promueve o no un tuit “debe ser evidente, de modo que no haya manipulación tras bambalinas, ya sea algorítmica o manual”, comentó.

Pero en las redes también se han encontrado ejemplos de Musk limitando la libertad de expresión de otros, cuando persiguió y espió a un ex empleado por hablar con la prensa o cuando bloqueó una cuenta de una persona que publicaba en Twitter todos los vuelos de Musk.

El año pasado, Twitter tuvo ingresos ascendentes a $5,080 millones, un aumento de 37% respecto al año anterior, y las pérdidas fueron de $221 millones.