Por redacción de Sin Comillas

El colectivo Ciencia Puerto Rico (CienciaPR) recomendó hacer uso de la mascarilla y no bajar la guardia ante un posible repunte. La exhortación se da ante un reciente aumento en la tasa de positividad y los repuntes en Europa y Asia causados por la subvariante de Ómicron BA.2.

La tasa de positividad se situó ayer en 4.98%, la más alta desde el 26 de febrero, según datos del Departamento de Salud. La positividad había subido hasta 39.12% en medio de la ola provocada por la variante ómicron. La tasa de positividad mide cuántas pruebas PCR fueron positivas en un periodo de siete días. La positividad está a punto de pasar de un nivel bajo (por debajo de 5%) a un nivel moderado (entre 5.0% y 7.9%).

Por otra parte, la incidencia (el número de casos nuevos confirmados y probables notificados durante un periodo de siete días) ha seguido bajando y lleva desde el 26 de febrero por debajo de los 50 casos por 100,000 habitantes, un nivel que se considera moderado. El último dato sitúa la incidencia en 30.03 casos por 100,000 habitantes. El 3 de enero, la incidencia llegó a estar en 2,193.76 por cada 100,000 habitantes.

“En Puerto Rico, la epidemia por COVID-19 ha estado bajo relativo control y eso ha llevado a que se flexibilicen muchas medidas de mitigación. Sin embargo, no debemos olvidar que la pandemia no se ha acabado,” dijo Mónica Feliú Mójer, científica, directora de comunicaciones para CienciaPR y directora de “Aquí Nos Cuidamos“, un proyecto comunitario de CienciaPR enfocado en la prevención de COVID-19 y la salud mental.

“Estamos observando repuntes en otras regiones del mundo. La positividad en Puerto Rico está comenzando a aumentar. Sabemos que la efectividad de las vacunas mengua, que en en el archipiélago no hay suficientes personas con el refuerzo y que Ómicron es más contagiosa y evade parte de la respuesta inmunitaria. Todo esto, más las flexibilizaciones y la fatiga pandémica, podría dar paso a otro repunte. De la misma forma que nos preparamos para la temporada de huracanes, es necesario que estemos listos para mitigar un próximo repunte para que no se salga de control”, enfatizó.

Aún cuando las nuevas guías de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y el gobierno de Puerto Rico dictan que la mayoría de las personas pueden dejar de usarla en la mayoría de los escenarios y que también se han flexibilizado los requisitos de vacunación y pruebas, CienciaPR exhorta a la población a utilizar la mascarilla en espacios cerrados y a los establecimientos a continuar fomentando la práctica.

Edmy Ayala Rosado, coordinadora de “Aquí Nos Cuidamos” y gerente de proyectos comunitarios para CienciaPR, dijo que “aunque en muchos lugares la mascarilla no es obligatoria, las personas la siguen usando. Invitamos a la gente a que lo sigan haciendo así. Creo que estamos apreciando que la mascarilla realmente es libertad; nos deja seguir con nuestras vidas mientras nos ayuda a prevenir la enfermedad y muertes”.

“El virus de SARS-CoV2 se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias, por lo que existe un alto riesgo de transmisión por aire en un ambiente cerrado o con poca ventilación. A consecuencia, el uso de la mascarilla continúa siendo una medida primordial para prevenir la exposición al virus. La mascarilla es la principal barrera física que reduce la probabilidad que partículas virales entren a nuestro cuerpo. Investigaciones han demostrado que un respirador N95 tiene una capacidad de filtración de 98.4% y una mascarilla quirúrgica una capacidad de filtración de 71.5%. Estos resultados demuestran la efectividad que tienen las mascarillas y los respiradores para protegernos contra la exposición a partículas virales”, explicó la epidemióloga Roberta Lugo Robles.  “El buen uso de la mascarilla en combinación con medidas de higiene y vacunación continúan siendo prácticas de salud pública que mantendrán a las personas protegidas”, añadió.

CienciaPR también exhorta a las personas a continuar evitando aglomeraciones, a tener su vacunación al día con el refuerzo, a quedarse en casa y realizarse una prueba de antígenos o molecular si tienen síntomas consistentes con COVID-19, sospechan que han estado expuestos al virus o en un escenario de alto riesgo de contagio.

Además, piden al gobierno a ser proactivos, haciendo hincapié en la importancia de que las autoridades estatales monitoreen de cerca los datos de COVID-19 y no esperen a que la situación empeore para actuar. “Monitorear los datos cuidadosamente nos debe permitir vivir con menos restricciones. Los pasados 90 días hemos visto condiciones propicias para remover restricciones. Ahora, para evitar olas con consecuencias desafortunadas es importante actuar tan pronto detectemos un repunte, no esperar ver alzas en hospitalizaciones. Ahí ya es muy tarde pues el virus ya se ha regado demasiado. Si actuamos diligentemente, tan pronto los datos nos den la señal, podemos evitar muertes, hospitalizaciones y extender los días que vivimos sin restricciones”, expresó Rafael Irizarry, bioestadístico en la Escuela de Salud Pública de Harvard y quien lidera esfuerzos de monitoreo de datos de COVID-19.

Ciencia Puerto Rico es una comunidad global de más de 15,000 científicos, estudiantes, educadores y aliados que busca democratizar la ciencia y transformar la educación científica y la capacitación profesional de los científicos.