Por redacción de Sin Comillas
La tasa de positividad por pruebas de COVID-19 ha subido en una semana de 1.8% a 2.5%, la más alta desde el 13 de octubre, según datos de la Coalición Científica.
No obstante, la tasa de positividad se mantiene desde el 4 de octubre por debajo del 3%, el nivel establecido como deseable por la Coalición
Se ha estancado el número de casos nuevos diarios, que en 109 está muy por encima de los 30 diarios que la Coalición considera deseable.
El 6 de noviembre había 41 personas hospitalizadas, una cifra que mantiene cierta estabilidad y está muy por debajo de las menos de 300 que busca la Coalición.
La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su preocupación ante el repunte de casos de COVID en algunos países de Europa y Asia Central. El levantamiento de las medidas de prevención y la baja tasa de vacunación en algunas zonas explican el último repunte. Como resultado de este repunte, la OMS advirtió que en Europa se podrían producir 500,000 muertes adicionales por COVID de aquí a febrero.
Croacia, Eslovenia y Eslovaquia alcanzaron el jueves máximos históricos en número de casos. Mientras que Alemania registró el viernes, por segundo día consecutivo, un nuevo máximo diario con más de 37,000 infecciones. En Francia se observa un repunte de casos desde hace más de un mes y en Reino Unido las muertes han aumentado 12.3 % en siete días. Rusia decretó una semana de vacaciones forzosas para contener la expansión de la pandemia.
Algunos países empiezan a ser más restrictivos. Rusia Eslovaquia ha anunciado un cierre parcial para el lunes. Países Bajos vuelve a introducir la distancia social y el uso obligatorio de mascarillas. Austria exigirá a partir de ahora una prueba de vacunación o de recuperación para acceder establecimientos o reuniones multitudinarias.
En Estados Unidos, un tribunal federal de apelaciones suspendió el sábado la obligación de vacunar a los empleados de empresas de más de 100 personas, lo que supone una derrota para el presidente Joe Biden en su intento de convencer a todo el país de inmunizarse contra el COVID. La medida del presidente disponía que decenas de millones de empleados deben vacunarse antes del 4 de enero o someterse a constantes pruebas.