Esas tres palabras fueron el eje de la conferencia anual del Centro para la Nueva Economía (CNE). Sergio Marxuach, director de Política Pública del CNE, hizo énfasis en el necesidad de reducir la desigualdad para lograr un crecimiento económico sostenible. Richard M. Locke, director de ciencias políticas y profesor de gerencia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, destacó la importancia de la confianza en el desarrollo del espíritu empresarial. Y Harold Toro arrojó un jarro de agua fría a la audiencia al presentar los resultados de una encuesta que da muestras de la falta de confianza que existe en la sociedad puertorriqueña.
¿Por qué en algunos países hay más emprendedores que en otros? El profesor Locke trató de dar respuesta a esta pregunta. Dice que la clave está en la confianza. La cultura y la existencia de instituciones claves no explican porqué surgen emprendedores en países con condiciones adversas.
El mensaje positivo es que la confianza se puede construir y puede ayudar a impulsar el desarrollo económico incluso en aquellos lugares donde las condiciones no son las mejores. Locke ofreció los ejemplos del sur de Italia y el Norte de Brasil, como dínamos de actividad económica.
Marxuach alertó sobre los altos niveles de desigualdad en Puerto Rico –el 20% de la población obtiene el 50% de los ingresos– que “ponen en peligro el crecimiento económico y la estabilidad política. La desigualdad es perjudicial para el crecimiento económico en la medida que afecta el consumo, el acceso a la educación, el desempeño escolar de los niños, el endeudamiento, la especulación, la incidencia de enfermedades mentales, la expectativa de vida y amplio etcétera de indicadores de calidad de vida.
Por su parte, Toro presentó los resultados de una encuesta realizada en la Isla que muestra un alto nivel de desconfianza en los demás y relaciona esa desconfianza con la desigualdad.