Por redacción de Sin Comillas
El gobernador Pedro R. Pierluisi emitió una Orden Ejecutiva que obliga a vacunarse a los empleados del sector de salud público o privado, los contratistas del gobierno que frecuenten de manera presencial su trabajo y los huéspedes de hoteles y alquileres de corto plazo. Todos deben estar vacunados en o antes del 30 de septiembre.
El secretario de Salud, Carlos Mellado, dijo que “continuamos la lucha para hacerle frente al COVID-19. Mientras haya personas sin vacunar, vamos a continuar viendo escenarios como el de las últimas dos semanas; aumento de contagios y nivel de posibilidad alta. Sin embargo, en nuestra misión de salvaguardar la salud de todos los ciudadanos en la Isla nos dirigimos a tomar medidas importantes de seguridad. La exhortación es la inmunización mediante la vacuna contra el virus, lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento y protegeremos para cuidar a los nuestros. Es nuestra responsabilidad comunitaria. Queremos controlar la pandemia, pero necesitamos la cooperación de toda la ciudadanía”.
El secretario de salud, dio a conocer una enmienda a Reglamento Núm. 138-A para establecer como requisito para la expedición de certificados de salud en Puerto Rico, presentar la tarjeta de vacunación contra el COVID-19. “A partir de hoy toda persona que requiera un certificado de salud deberá estar vacunado contra el COVID-19 para obtenerlo”.
En el caso de las instalaciones de salud, se requerirá la vacunación o en la alternativa una prueba negativa de COVID-19 semanalmente a todos los empleados. Esto incluye, pero no se limita, a hospitales, laboratorios clínicos, oficinas médicas, centros de salud y de terapias, bancos de sangre, farmacias. Este requerimiento es extensivo a todos los que laboran en centros de cuido diurno o prolongados de adultos mayores.
En torno a la industria turística, los huéspedes de hoteles, paradores, hospederías, incluyendo los alquileres de corto plazo (AIRBNB/VRBO/Join a Join) tendrán que presentar evidencia de vacunación o prueba negativa de COVID-19. En el caso de turistas que llegaron a Puerto Rico con prueba negativa de COVID-19 y su estadía se prolonga por más de una semana, tendrán que realizarse otra prueba. Este requerimiento es extensivo a los empleados, quienes deberán tener su ciclo de vacunación completado antes del próximo 30 de septiembre.
Cada agencia o empresa será responsable de asegurar el cumplimiento de esta Orden y de no cumplirla se exponen a multas de hasta seis meses de cárcel, multa que no exceda $5,000 o ambas a discreción del Tribunal.
“Como he dicho en otras ocasiones estamos ante una emergencia de salud pública mundial y está en cada uno de nosotros protegernos y por tanto proteger a nuestra comunidad. Todos tenemos que remar juntos en la misma dirección para vencer este virus. Estas estrategias de vacunación, así como las acciones del Departamento de Salud haciendo pruebas por todo Puerto Rico, llevando las vacunas a zonas remotas y exigiendo las mascarillas en espacios cerrados o en lugares donde existen aglomeraciones, son esenciales para combatir el COVID-19. Continuamos monitoreando el avance de los contagios y no descartamos tomar medidas adicionales, tales como limitar horarios de actividades públicas y comerciales o reducir la capacidad permitida en los establecimientos. Todos tenemos que cooperar”, comentó el gobernador.
“Reiteramos nuestra recomendación a las otras Ramas de gobierno, corporaciones públicas, municipios, establecimientos privados y comerciales a adoptar esta Orden Ejecutiva de forma voluntaria”, añadió Pierluisi.
Estarán exentos de vacunarse las personas con condición médica cuya salud pueda perjudicarse, pero deberán tener un certificado médico a esos fines certificado por un profesional de la salud. Asimismo, personas que por motivos religiosos decidieron no vacunarse tendrá que ser certificado mediante declaración jurada del líder de su congregación o denominación religiosa. Sin embargo, deberán presentar pruebas negativas de COVID-19 o prueba positiva con certificado médico de recuperación.
Preocupados los hospitales por los que no quieren vacunarse
“Desafortunadamente, grandes segmentos de la población permanecen sin vacunar y continúan en alto riesgo de adquirir y transmitir COVID-19. Al mismo tiempo, la aparición de variantes de COVID-19, incluida la variante Delta que se ha convertido en la cepa dominante en muchas partes del mundo, continúa impulsando un resurgimiento del virus debido a las altas tasas de personas no vacunadas. Una baja tasa de vacunación a través del país pone en peligro no sólo a los no vacunados, lo que incluye a los niños menores de 12 años y las personas que están inmunocomprometidas, si no que invita a que continúen desarrollándose mutaciones de las cepas más peligrosas del virus, poniendo la salud de nuestras comunidades en grave riesgo. Es importante que los hospitales y los sistemas de salud lideren la misión crítica de aumentar las tasas de vacunación. La Asociación de Hospitales de Puerto Rico alienta encarecidamente a todos los residentes de Puerto Rico, especialmente al personal de atención médica, a recibir la vacuna COVID-19”, comentó Jaime Plá Cortés, director ejecutivo de la Asociación de Hospitales.