Por Luisa García Pelatti

Tras alcanzar a mediados de abril el mayor número de casos positivos, los contagios han empezado a bajar. Sin embargo, la tasa de positividad sigue siendo muy alta (10%) y las hospitalizaciones y el número de fallecidos están muy por encima de donde estaban en el mes de marzo.

“Lo deseable debió haber sido implantar estrategias más restrictivas para romper rápidamente la cadena de transmisión del COVID y comenzar un nuevo ciclo de recuperación más acelerado y cuantioso, pero el gobierno se conformó con sus medidas tímidas a partir del 17 de abril”, señalan Ibrahim Pérez, médico salubrista, y Judith Rodríguez, demógrafa, en su análisis semanal.

La caída de los contagios es una noticia positiva, pero Pérez y Rodríguez advierten que “estamos todavía muy lejos de alcanzar las metas de recuperación establecidas por la Coalición Científica”. Esa metas son: menos de 300 personas hospitalizadas, más de 70% de la población vacunada, menos de 30 casos nuevos diarios, menos de una muerte al día y una tasa de positividad de 3%.

Actualmente la tasa de positividad está en 10%, hay 395 personas hospitalizadas, 518 casos positivos y un promedio de 7.4 muertes diarias. El 23% de la población está completamente vacunada y 35% tiene al menos una dosis.

Por otro lado, 63 municipios siguen en rojo, con más de 500 casos positivos diarios. Los resultados  “todavía representan un nivel muy alto de transmisión comunitaria que podría poner en precario nuestro sistema hospitalario, si ocurriese una súbita virazón”.

El número de casos en el mes de abril, 16,836, fue el más alto desde diciembre y es el tercer mes con más número de casos.

Los expertos recomiendan no bajar la guardia, vacunarse y seguir las medidas de protección: frecuente lavado de manos, distanciamiento y mascarilla.

“Nos preocupan los recientes datos del CDC indicando que cinco millones de estadounidenses (8%) que se pusieron la primera dosis han fallado en ponerse la segunda dosis. La evidencia científica indica que esa segunda dosis es crucial para fortalecer el efecto de la primera, que provee una protección más completa contra el contagio y reduce la severidad de la enfermedad y sus complicaciones”, comentan Pérez y Rodríguez.