Por redacción de Sin Comillas
Recientemente, el Gobierno creó un portal para que los patronos pudieran denunciar a los trabajadores que se niegan a volver a trabajar. Se alega que algunos trabajadores se niegan a regresar a sus trabajos porque ganan más dinero recibiendo beneficios ampliados de asistencia por desempleo pandémico. “Creemos que esta política punitiva, aunque sea impuesta por el gobierno federal, está mal concebida”, señala Sergio Marxuach, director de política pública del Centro para una Nueva Economía.
Marxuach opina que el anuncio de política pública se hizo únicamente basado en pruebas anecdóticas, ya que no se presentaron datos sobre cuántos trabajadores se “niegan” a trabajar o qué industrias se ven afectadas.
Explica que quizás no todos los trabajadores pueden regresar a sus trabajos ahora mismo. Algunos están cuidando de sus hijos en casa o adultos mayores. Además, si una persona puede ganar más dinero recibiendo beneficios por desempleo que trabajando a tiempo completo estaría tomando un decisión económicamente racional, apunta Marxuach.
“Parece haber un estándar doble en juego aquí. Si la queja es que los trabajadores de bajos ingresos de alguna manera están causando un daño a la sociedad porque están ‘engañando al sistema’ o abusando injustamente al obtener un ingreso sin trabajar cuando pueden hacerlo, entonces la misma regla debería aplicarse a las personas sin discapacidad, adineradas que también pueden y no quieren trabajar pero que reciben todo tipo de ingresos pasivos favorecidos por el código contributivo. Desde una perspectiva social, el problema del oportunismo (“free riding”) en ambos casos es el mismo”, comenta Marxuach en el boletín semanal de CNE.
Se trata, dice, de “una política pública innecesaria a la luz de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense recientemente promulgada, que incluyó $600 millones para parear el Crédito por Trabajo de Puerto Rico (“EITC”, por sus siglas en inglés). El EITC es un crédito fiscal reembolsable que funciona como una mejora salarial sin aumentar los costos para el patrono.
“Se considera el programa contra la pobreza más efectivo en los Estados Unidos, promueve el trabajo en la economía formal, requiere que se llene una planilla de contribución sobre ingresos y reduce la dependencia en los programas de asistencia social. Quizás deberíamos intentarlo”.