Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. (Foto: Reserva Federal)

Por redacción de Sin Comillas

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, transmitió calma al mercado. Negó ayer que los temores de un sobrecalentamiento de la economía que atenazan a Wall Street tengan fundamento al indicar, en su comparecencia ante el Comité Bancario del Senado de Estados Unidos, que “los precios permanecen particularmente suaves”.

En los últimos días, el aumento en la rentabilidad en el mercado de deuda ha acrecentado el temor a un repunte de la inflación. Los inversionistas consideran que el nuevo paquete de estímulos fiscales, valorado en $1.9 billones, recalentará la economía. En apenas nueve sesiones, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se ha elevado 20 puntos básicos, hasta el 1.35%.

Powell no se refirió en ningún momento de forma explícita a la subida en las rentabilidades de la deuda, pero restó importancia al que ha sido el principal conductor de este movimiento al señalar que “la pandemia también ha dejado una huella significativa sobre la inflación. Después de fuertes descensos en primavera, los precios del consumo rebotaron parcialmente en el resto del año. Sin embargo, en los sectores más afectados los precios siguen siendo particularmente suaves y, en general, tomando una referencia a 12 meses, la inflación sigue por debajo de nuestro objetivo del 2%”.

Powell indicó que “la recuperación económica sigue siendo desigual e incompleta” y que “el camino por recorrer es altamente incierto”.

Para el presidente de la Reserva Federal, la economía “está muy lejos de nuestros objetivos de empleo e inflación y es probable que se necesite algún tiempo para lograr nuevos avances sustanciales”, lo que garantiza la continuidad de los estímulos monetarios.

En la actualidad, la institución mantiene las tasas de interés en zona de mínimos históricos, entre el 0% y el 0.25%, y tiene en marcha un programa de compras de deuda por el que adquiere un volumen de $120,000 millones al mes. No está previsto que la Reserva Federal suba las tasas hasta que finalice 2023.