Por redacción de Sin Comillas
José B. Carrión, presidente de la Junta de Control Fiscal, y Carlos M. García, uno de sus miembros, no van a aceptar otro término como miembro de la Junta, dijeron en declaraciones durante la reunión pública de hoy. García deja el cargo el 31 de agosto. Carrión esperará hasta el 5 de octubre, a que el Gobierno de Estados Unidos nombre a alguien en el cargo. Se espera que un miembro adicional de la Junta decida no continuar, reveló Carrión.
Luego de casi cuatro años al frente de la Junta, Carrión le ha informado a la Casa Blanca que no estará disponible para ser renominado a un segundo término como miembro de la Junta. García también anunció hoy que no estará disponible para servir un segundo término en la entidad creada por el Congreso de Estados Unidos para implementar la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica para Puerto Rico de 2016, mejor conocida como PROMESA.
“Cuando fui designado, me comprometí a servir un término de tres años, y he aquí que pronto cumpliremos cuatro, este próximo agosto”, dijo Carrión. “Le he notificado a la Casa Blanca que luego de cuatro años en la Junta de Supervisión, no estaré disponible para servir otro término”, dijo García. “Ha sido un honor trabajar al lado de mis compañeros miembros de la Junta, y estoy orgulloso de lo que se ha logrado en estos cuatro años en circunstancias bien complicadas”, añadió.
Al cabo de la reunión pública de la Junta celebrada hoy, Carrión hizo recuento de los logros de la Junta durante estos pasados cuatro años. “Me enorgullece especialmente haber defendido las pensiones de todos los empleados públicos a pesar de la insolvencia de los sistemas públicos de pensiones. También, hemos certificado planes fiscales y presupuestos responsables, con controles apropiados, independientemente de consideraciones políticas. Ha sido gracias a esa disciplina fiscal que hemos podido ayudar al gobierno con asistencia económica significativa para poder responder rápidamente a las diferentes crisis que hemos enfrentado, como los terremotos de este año y la presente emergencia del COVID-19. Me siento orgulloso del progreso que hemos hecho en la reestructuración de la deuda pública, ahorrándole al pueblo de Puerto Rico miles de millones de dólares en principal e intereses”. Mencionó también el contrato que privatiza la gerencia, operación y mantenimiento de los sistemas de transmisión y distribución de la Autoridad de Energía Eléctrica.
Entre las decepciones, Carrión habló de la falta de compromiso y voluntad política para implementar reformas estructurales. “A Puerto Rico no le faltan recursos humanos, ni capital, ni ideas, ni planes, ni estudios para mejorar su economía. Lo que le falta es la determinación para implementar esta reformas transformacionales para beneficio de nuestra gente”, dijo.
“PROMESA ha sido y es una imposición del gobierno federal sobre Puerto Rico. Sin embargo, es también un salvavidas y una herramienta que ha evitado que Puerto Rico se ahogara en un mar de deuda. Ciertamente no es perfecta, pero si se utiliza apropiadamente, puede continuar ayudando a nuestro gobierno a encontrar la salida de su incapacitante deuda pública y establecer las bases de un futuro más próspero para generaciones de puertorriqueños”, sentenció Carrión.