Por Luisa García Pelatti
El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington estima que en Puerto Rico morirán 145 personas de coronavirus en esta primera oleada de la pandemia y que la última muerte se producirá el 23 de mayo. Se trata de una proyección con un alto nivel de incertidumbre, como muestra la zona coloreada.
La proyección toma en cuenta la flexibilidad en las medidas de confinamiento de la población y la apertura parcial de comercios.
El IHME, que presenta estas proyecciones para 33 países y para los 50 estados de Estados Unidos, muestra cierta incertidumbre respecto al número de muertes en las próximas dos semanas, que podría llegar a 12 diarias, en el peor de los casos. No obstante, a partir del 31 de mayo prevé que no se produzcan más defunciones.
Las proyecciones apuntan que se habrán producido 145 muertes por coronavirus para finales de mayo. Hoy, el Departamento de Salud informó que hasta ahora han fallecido 113 personas, dos más que el ayer, 3.7 por cada 100,000 habitantes. Hay 159 pacientes hospitalizados con coronavirus, 20 en unidades de cuidado intensivo y de ellos 5 están con ventiladores.
Pero la pesadilla no habrá terminado. La pandemia de coronavirus probablemente durará entre 18 y 24 meses, es decir, hasta junio o diciembre de 2021. De hecho, el avance del SARS-CoV-2 no se detendrá hasta que el 60-70% de la población desarrolle inmunidad contra él, bien a través de contagio o de una vacuna. Esa es la conclusión de un estudio del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota (Cidrap), que plantea tres escenarios:
- Escenario 1: la primera oleada de Covid-19 que hemos registrado esta primavera se verá seguida de una serie repetida de oleadas menores que comenzará en verano y se mantendrá de manera consistente durante uno o dos años, disminuyendo gradualmente en 2021. Esas oleadas variarían de país en país y su intensidad dependerá de las medidas de contención que haya en vigor. Dependiendo del pico que se alcance en cada ola, este escenario exigiría nuevamente medidas de contención y su posterior relajación durante uno o dos años.
- Escenario 2: El más terrorífico. Vaticina que la primera oleada, que aún sufrimos, sería seguida de una aún más fuerte el próximo otoño-invierno, y de otras más débiles en 2021. De cumplirse este escenario, los científicos del Cidrap advierten de que en otoño sería necesario poner medidas de contención para evitar la propagación del coronavirus y el colapso de los servicios sanitarios. Se basa en el patrón que siguió la pandemia de 1918-19, que empezó con un brote en marzo de 1918, remitió durante los meses de verano, y regresó en otoño de ese mismo año con un pico mucho más alto que el primero. También las pandemias de 1957-58 y de 2009-10 siguieron una evolución similar.
- Escenario 3: El más deseable. Tras el pico alcanzado esta primavera, los contagios y los casos se apagarían lentamente, sin un patrón claro, aunque podría variar geográficamente y según el grado de las medidas de contención que haya en vigor. “Este tercer patrón no se ha visto en las pasadas pandemias, pero es una posibilidad para el SARS-CoV-2. Probablemente no requeriría la re-introducción de medidas de contención, aunque aún habría contagios y muertes”, señala el estudio.