Por Luisa García Pelatti
Atacar al mensajero. La historia es vieja, pero se repite una y otra vez. Y los políticos tienen especial predilección por hacer este tipo de cosas. Los dos últimos ejemplos los han protagonizado el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y Luis Fortuño, el gobernador de Puerto Rico.
Arremeter contra una periodista (Cate Long) por escribir un artículo que no te gusta porque consideras es poco favorable es un error. Y el Gobernador ha estado mal asesorado en este tema. Si los datos están equivocados se corrigen, pero sin son correctos lo que queda es apretar los dientes y aguantar.
Es obvio que los dos artículos publicados el lunes por Reuters y The Wall Street Journal no gustaron al Gobierno, pero no dicen nada que no sea cierto, ni nada que no se haya dicho ya. La prensa puertorriqueña especializada ha dado cuenta de todos estos problemas desde hace tiempo: el alto nivel de desempleo, la larga depresión económica, el alto nivel de endeudamiento, la insostenible crisis del Sistema de Retiro, etc. Pero ahora lo dice The Wall Street Journal y Reuters.
El titular era llamativo, pero de eso se trata, y supongo que al Gobierno le duele la comparación con Grecia, pero es lo que hay. Pero con todo, creo que lo más doloroso para el Gobierno ha sido la gran difusión que tuvo la noticia en otros medios de comunicación. En Puerto Rico, las noticias de economía no suelen traspasar las página de las secciones de Negocios.
De la carta abierta que la periodista Cate Long escribe a Fortuño me quedo con esto: la Constitución de Puerto Rico requiere que el Gobierno pague el principal y los intereses de los bonos antes de ningún otro gasto como educación, salud, los salarios de los empleados públicos y las pensiones. “Los mercados de bonos se alegran de esto, por supuesto, pero no estoy tan segura de que sus ciudadanos estén realmente conscientes de ello”, señala Long. Y tiene toda la razón.