Conversamos con Jorge Cañellas, uno de candidatos a presidir la Cámara de Comercio, cuyas elecciones se celebran este fin de semana. Cañellas espera suceder a Salvador Calaf, un ejecutivo bancario que como presidente electo asumirá la presidencia de esa organización empresarial este fin de semana.
Con Cañellas, un experto en contribuciones y empresario –es uno de los propietarios de Party City–, hablamos de dos temas claves para la Cámara de Comercio: la ley de cierre y la reforma contributiva.
“La reforma contributiva se hizo con prisas. Por eso, ha habido que hacerle numerosas correcciones y enmiendas”, explica Cañellas, que considera que se quedó corta en cuento a la reducción de las tasas contributivas de individuos y empresas.
Hay un proyecto en la Cámara de Representantes (el P. de la C. 3410), de 121 páginas, que pretende hacer correcciones y enmiendas técnicas a la reforma contributiva. El experto explica que algunas de las enmiendas son “sustantivas”.
Uno de esos cambios sustantivos –que los contadores ya anticipaban– era que se iba a prohibir las sociedades especiales que devengaran arrendamiento de personas relacionadas.
“El sentimiento general es que la reducción en las tasas contributivas no fue la que se esperaba”, se esperaba una recorte mayor, y no se deberían haber eliminado muchas de las deducciones. Finalmente, se eliminaron 22 deducciones y se quedaron 15.
“Yo creo que habría sido bueno que las tasas máximas se hubieran bajado más”, opina Cañellas. “La Reforma se quedó corta”.
La Ley de Cierre es otro tema de relevancia para la Cámara. “Se le acusa a la Cámara de prometer 25,000 empleos con la Ley de Cierre, pero esa no fue una promesa de la Cámara”, asegura Cañellas, que señala que hay un estudio que indica que ha habido un aumento en el número de horas trabajadas. De todas formas, el experto opina que “no se eliminó la Ley de Cierre, se le hicieron parchos”.
La crisis económica ha afectado a todos, y las organizaciones profesionales no son la excepción. La Cámara de Comercio ha visto como el número de socios se reducía de 1,700 a 1,100. Una reducción que el experto también atribuye a la existencia en la Isla de varias asociaciones profesionales. “Hay que ganar socios”, apunta, y defiende la existencia de la Cámara por su labor de cabildeo a favor de los socios.
“En la Cámara de Comercio se ha producido un cambio en el tipo de socio. Hoy en día el 60% de los miembros son empresas con ventas inferiores a $1 millón.”, dice, por eso considera necesario reenfocar los servicios para atender a las pequeñas y medianas empresas.
El principal problema que enfrentan las PYMES es conseguir financiamiento de los bancos. Cañellas sugiere que las PYMES puedan emitir bonos con garantía gubernamental.
Como presidente de la Cámara de Comercio, Cañellas trabajará para fomentar la competitividad sellando alianzas con otras organizaciones y creando una cultura empresarial.