Por Elías R. Gutiérrez*

No se quiere decir. No se quiere admitir. No parece ser comportamiento correcto. Pero, en la medida que la torpeza de los encargados va cerrando puertas, parece ser la única salida. La magnitud del desastre financiero que ha puesto de rodillas al gobierno de Puerto Rico y que amenaza con lo peor a la sociedad puertorriqueña, nos fuerza a reconocer que será necesario un rescate. Si, un “bailout” será indispensable. Puerto Rico no podrá salir de la trampa financiera y económica en que se metió.

Una a una hemos ido cerrando puertas por no ser opciones aceptables en el plano político. Ahora sólo queda una opción. La más difícil de obtener, precisamente en el plano político. En un plano que se ha tornado hostil y peligroso. En el plano político de los EEUU continentales. Ahora bien, las alternativas no dejan otro sendero. Habrá que jugar la última carta y buscar el rescate. Hemos desperdiciado los recursos materiales y humanos, hemos perdido el tiempo y hemos mal empleado el capital político que aún quedaba. Es necesario reconocer la verdadera situación. De lo contrario el país se desangrará.

A principios de la década del 1980 México y EEUU se vieron forzados a reconocer una situación similar. Así mismo, con el pasar del tiempo, el gobierno federal se vio forzado a reconocer que la industria automotriz norteamericana no sobreviviría sin un recate. Hasta los sindicatos lo tuvieron que reconocer. De igual forma, el sistema financiero tuvo que ser rescatado horas antes de la debacle que ocurrió hace a penas una década. Una debacle que estuvo a punto de derribar el sistema bancario mundial y con él, a la economía occidental.

Puede que me equivoque, pero creo que no hay salida. El gobierno sigue maniatado por los partidos. El entendimiento se nubla por la nube de humo tóxico que esparce la propaganda partidista. Es necesario reconocerlo así. La magnitud del desastre define lo necesario. Ahora sólo será suficiente un rescate de magnitud equivalente a lo perdido. Será inevitable un rescate financiado por vía de una combinación de capital público y privado. El liderato será la clave para asegurar el éxito.

  • Elías Gutiérrez es economista y planificador.