Heidie

Por Luisa García Pelatti

“Con una deuda pública de alrededor de 101% del producto Nacional Bruto (PNB) en el año fiscal 2016, una cifra extremadamente alta para Puerto Rico, la cuestión no es si el gobierno debe recortar o no el déficit presupuestario, sino cuánto y cómo reducirlo de forma inteligente”, señala Heidie Calero, presidenta de H. Calero Consulting Group, Inc. En su publicación “Economic Pulse Puerto Rico”, Calero analiza el presupuesto recomendado para el año fiscal 2017. Un presupuesto, dice, que se guía más por la fe que por la razón.

Mientras el presupuesto del año fiscal 2016 tenía un 70% de gastos clasificados como “esenciales”, en el presupuesto recomendado para el 2017 los servicios esenciales suponen el 79%. En el nuevo presupuesto se dedica más a servicios esenciales, que pasan de $6,880 millones a $7,204 millones; y más a servicios no esenciales, que aumenta de $1,382 millones a $1,655 millones. Lo único que se reduce es el servicio de la deuda, de $1,538 millones a $241 millones. Calero cuestiona la disciplina fiscal que provoca un aumento de 20% en los servicios no esenciales. “Es difícil estar de acuerdo en que esto es disciplina fiscal” y añade que “la austeridad requiere que los recortes se hagan de forma inteligente”.

Calero también señala que el presupuesto tampoco parece haber tomado en cuenta la reducción de la población debido a la emigración.

Sobre la junta de control fiscal que quiere imponer el Congreso de Estados Unidos, opina que Puerto Rico necesita ayuda para realizar reformas profundas y no castigos. “Necesitamos crecimiento, no mala austeridad”.

Para que la disciplina fiscal y los recortes en el presupuesto funcionen la economía tiene que crecer y para ello se necesita inversión sustancial en educación, innovación e infraestructura. Y eso todavía no lo hemos visto, advierte Calero.