Villamil

 Por Luisa García Pelatti

Desde el 2006 la economía de Puerto Rico se ha reducido 15%. Disminuye la población, los empleos y la venta de viviendas. Es una isla que se achica, pero también una Isla más desigual en un mundo diferente. Este fue el planteamiento que ofreció José J. Villamil, presidente de la Junta de Directores de Estudios Técnicos, Inc., durante el Congreso de Vivienda, organizado por la Asociación de Bancos.

Entre el 2000 y 2014 se han ido de la Isla unas 350,000 personas, pero la pérdida no ha sido igual en toda la Isla. Villamil habló de dos Puerto Rico. En el Oeste se pierde población. En el Este la población crece y la mediana de ingresos más alta.

Los cambios se que producen en el mundo también nos afectan. Según Villamil, la parálisis en el proceso legislativo, que ha prevalecido por los pasados años, posiblemente continúe con el Partido Republicano controlando la Cámara y el Partido Demócrata la Presidencia. Esto incidirá sobre programas económicos y la política fiscal.
Estados Unidos pierde capacidad de influir en los mercados regionales ante la inserción de China como el principal socio económico de varios países en América Latina. Los analistas coinciden en que los ritmos de crecimiento de la economía de Estados Unidos serán inferiores a los de las pasadas décadas.

Villamil habla de globalización, des-globalización y re-globalización. Explica que
la 1ra etapa de la globalización (entre 1970 y 1980) marcó la expansión de las economías de Estados Unidos y Europa, seguida por el comienzo del proceso de convertir a Asia en el nuevo centro de gravedad de la economía global.

La 2da. etapa sugiere una des-globalización que se hace sentir por un cierto nacionalismo y/o regionalismo económico que se ilustra por los eventos en Escocia y Cataluña pero también en las acciones de algunos países e, inclusive, en las determinaciones del Grupo de los 20.

La 3ra. Etapa, en la que estamos ahora, se caracteriza por la re-globalización que surge del hecho de que se intensifica la integración de las economías a través de sistemas cada vez más complejos, pero también selectivos, de manejo de cadenas de abasto.

“Esta tercera etapa conlleva riesgos mayores para empresas y economías, se requerirán cambios en leyes, reglamentos y acuerdos internacionales para atender el problema del riesgo. De ahí podría surgir una cuarta etapa del proceso de globalización”, dice Villamil.

“Puerto Rico tiene que verse en la económica global. Ya no es exportar nada más. En Puerto Rico necesitamos entender ese proceso para tomar las medidas para evitar que nos afecten”.

Dice que Puerto Rico puede regresar a ritmos adecuados de crecimiento económico y sentar las bases para un desarrollo sostenible. Lograrlo conlleva migrar hacia una nueva economía más centrada en los conocimientos y alineada con la nueva realidad global. Se requerirán cambios profundos en nuestro marco institucional.

Lo más urgente es
las reformas al mercado laboral, al sistema de energía y, en general, a los procesos reglamentarios; mejorar el sistema educativo K-12; y transformar el sistema contributivo.

“Hay que recapturar la experiencia de los años 40 y 50, no para hacer lo mismo, sino para ver cómo lo hicieron”. También hay que ver cómo lo han hecho otros: Singapur, India, Finlandia o Corea del Sur

La economía perdió su capacidad de generar crecimiento alto. Sin embargo, Villamil dice que los indicadores económicos están enviando señales mixtas. Se observa una reducción grande en el empleo público, que por un lado es positivo porque se reduce el tamaño del Gobierno, pero por otro significa menos consumo.

Por otro lado, el empleo en el sector privado ha aumentado, aunque no mucho. Los más preocupante, señala, es que el empleo en la manufactura sigue cayendo. “Eso es importante, porque es un sector donde los salarios son altos”.

Dice que la tasa de desempleo tiene poca importancia con una tasa de participación tan baja, 39%.

Las ventas de autos siguen bajando porque son más susceptibles a las contracciones económica; pero las ventas al detal empiezan a dar señales de recuperación.

Los recaudos de Hacienda traen “buenas noticias”, han estado aumentando significativamente en los últimos meses. Villamil cree que se va a lograr cumplir con la meta de un lograr un presupuesto balanceado para el año fiscal 2015.

El principal riesgo –es muy grande– es que aumenten las tasa de interés a largo plazo, lo que afectaría no solo a la deuda pública sino que afectaría el mercado de bienes raíces.

Pero hay otros. La desconexión de las economías de Puerto Rico y Estados Unidos –que se viene notando desde hace casi dos décadas– y que significa que las recuperaciones de la economía de Estados Unidos no se transmiten con la misma fuerza que antes. La volatilidad del precio del petróleo, no por cuestiones de mercado sino por eventos geopolíticos. Y las continuas presiones fiscales que afectan a la capacidad del Gobierno para estimular la economía.

Villamil dice que se habla mucho de empleo, pero poco de productividad. “La productividad es esencial”. Pero también lo es el pluralismo (poder ofrecer oportunidades a toda la población) y la sustentabilidad (ambiental y social).

“No tengo la menor duda de que Puerto Rico puede regresar a un ritmo adecuado de crecimiento económico y sentar las bases para un desarrollo sostenible a mediano y largo plazo”, apunta Villamil.

Sabemos qué tenemos que hacer, tenemos que trabajar en cómo hacerlo.

“Puerto Rico tiene la capacidad, lograrlo va a requerir movernos a una economía más centrada en el conocimiento y más alineada con la realidad global. Y eso va a requerir cambios más profundos en el marco institucional (…) Puerto Rico tiene que atender eso porque tiene que ver con el tipo de sociedad que queremos para el futuro”.