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Por Luisa García Pelatti

El Gobierno reunió el jueves a más de 150 inversionistas para convencerlos de que se muden a la Isla, ellos y sus empresas. No es casualidad que la actividad se haya celebrado en el hotel Vanderbilt, propiedad de John Paulson, uno de esos optimistas que ven en Puerto Rico algo que los que viven aquí no ven desde hace varios años: oportunidades.

Paulson, presidente de Paulson & Company; Nicholas Prouty, presidente de Putnam Bridge Funding; y Richard Carrión, presidente de Banco Popular, fueron los encargados de convencer a la audiencia, formada por ejecutivos de fondos de inversiones, de firmas de capital privado y empresas de gestión de activos. Y lo hicieron con discursos diferentes.

Paulson resumió su experiencia como inversionista en Puerto Rico al presentar la Isla como el escenario ideal para invertir, tiene, dijo, la combinación perfecta de los mercados en crecimiento, la estabilidad del entorno económico y las oportunidades de inversión.

Prouty, propietario de Ciudadela en Santurce y la Marina Puerto del Rey en Fajardo, quien reside con su familia en Puerto Rico desde hace un año, dio detalles de cómo tomó la decisión de mudarse desde Connecticut y la importancia que le dio al tema educativo y de salud.

Cree que Puerto Rico está en proceso de “una gran reinvención” y criticó a la prensa por hablar sólo del crimen y la degradación.

Dijo que el Banco Gubernamental de Fomento debe cambiar sus componentes para medir actividad económica. Ya no se usa tanto cemento para construir, ni la generación de electricidad es un indicador cuando hay cada vez más gente usando paneles solares. El empleo tampoco refleja adecuadamente la realidad porque hay una economía informal enorme que hace que sea imposible confiar en las estadísticas oficiales.

Por su parte, Carrión hizo un recuento de la historia económica de la Isla desde la década del 40 del siglo pasado a nuestros días. Enumeró las condiciones que hacen de Puerto Rico un lugar ideal para hacer negocios: localización, cultura, infraestructura, marco legal, estabilidad política, sistema financiero, capital humano, excelentes condiciones de vida, y, por supuesto, incentivos contributivos.

Heidie Calero, presidenta de H Calero Consulting, ve un contraste entre las visiones de los nuevos inversionistas y los empresarios locales. “Las empresas locales y otros empresarios estamos inmersos en ver evidencia tangible de inversión y expansión en la economía y con velocidad”.

“Espero que la ola de inversionistas bajo leyes 20 y 22 se traduzcan en ventas de condominios, viviendas reposeídas pero de alto valor a ser adquiridas por estos inversionistas. Cuando ese inventario se agote, entonces podríamos ver nuevamente construcción de vivienda. Hay oportunidades que pueden culminar en crecimiento económico pero aún tardarán tres a cuatro años más. De veras, aspiro a que esto funcione y se traduzca en más actividad de inversión en Puerto Rico para exportaciones de servicios y mercancía y con la participación de empresas locales en alianza con las foráneas. Necesitamos que el mensaje de inversión y expansión de las manufactureras y sector de servicio se repita muchas veces para crear ola de optimismo tan necesaria para crecer”, añadió la economista.

El Foro continuará hoy, viernes, en el St. Regis Bahía Beach Resort en Río Grande.