Estimados Senadores:

Hoy el Senado realizará su primera Sesión de Interpelación sobre la política de los sistemas de relleno sanitario en Puerto Rico, pero esperamos que realmente puedan entrar en lo que debería ser debatido: el asunto de los vertederos tóxicos en la Isla. El actual asunto no se puede convertir en una distracción que nuble la realidad de una cuestión medular que afecta a muchos más que a un grupo, responsables de liderar una campaña contra el depósito de cenizas de carbón en un vertedero que cumple con la debida reglamentación en Peñuelas. ¿Pero, qué pasa con los otros 20 vertederos que llevan años incumpliendo las leyes estatales y federales?

En el debate de hoy, espero que no olviden la evidencia proporcionada por los casos comprobados de aquellas operaciones de relleno sanitario ilegales que han violado las leyes federales y estatales. Los vertederos municipales tóxicos en Añasco, Arecibo, Arroyo, Barranquitas, Cabo Rojo, Cayey, Culebra, Florida, Guayama, Hormigueros, Isabela, Jayuya, Juana Díaz, Juncos, Lajas, Moca, Toa Alta, Toa Baja, Vega Baja y Yauco han sido señalados por la propia Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) como “un peligro inminente para la salud humana y el medio ambiente”, porque envenenan las aguas subterráneas, el suelo y el aire en las comunidades aledañas y violan casi todas las normas federales actuales que regulan el cumplimiento de los vertederos. Cada uno de estos vertederos tóxicos sigue abierto y sigue operando en este preciso momento, mientras el Senado se reúne hoy y ni un solo líder independentista ha tenido empatía con esas comunidades que sufren por la contaminación que generan esos vertederos tóxicos. Puedo hablar de esto, porque Puerto Rico Limpio ha estado luchando para cerrar estos vertederos sin que ninguno de ellos nos haya brindado su apoyo. El debate que tomará lugar hoy en lo que debe centrarse es en que exista una política pública clara sobre el manejo de desperdicios sólidos.

Este grupo que se ha manifestado debería reunirse con los vecinos de Candelaria, una comunidad al lado del vertedero tóxico de Toa Baja, donde el nivel de contaminación fue documentado el mes pasado por los medios puertorriqueños y estadounidenses como parte de la visita del Congresista Luis V. Gutiérrez en su recorrido por la zona. Tampoco la senadora María de Lourdes Santiago ni la alcaldesa de San Juan Carmen Yulin han estado en la zona del vertedero Toa Alta, ni han hablado con la residente Connie Calise Citron. Durante años, esta señora ha visto como la montaña ilegal de basura tóxica sin revestimiento se hace cada vez más grande y como los lixiviados se escurren e ingresan en su comunidad. Ante esto, los vecinos de esa área han tenido que dejar sus casas debido a que el Gobierno ha abandonado todas estas comunidades que han sufrido una real contaminación, soportando auténticas miserias y amenazas a su salud, el agua potable y su calidad de vida. Todo esto ha sido documentado. Sería muy lamentable que hoy, mientras sucede esta Sesión en el Senado, persista el abandono de todas estas comunidades.

Puerto Rico Limpio ha documentado ampliamente la profundidad de la crisis de los vertederos y ha propuesto soluciones políticas reales para que el Grupo de Trabajo del Congreso las tome en cuenta para el crecimiento económico en Puerto Rico. Nuestro plan de 4 puntos se centra en: 1) revocar la autoridad de permisos de la Junta de Calidad Ambiental de Puerto Rico (JCA); 2) el cierre de los vertederos tóxicos de inmediato; 3) la reutilización de los vertederos cerrados para la conversión a mejores usos, tales como alternativas de energía limpia y sostenible como la generación de energía solar y eólica; y 4) la adopción de un plan para asegurar el cumplimiento total. Por desgracia, ni María de Lourdes Santiago ni Carmen Yulin ni sus compañeros del movimiento independentista han apoyado nuestros esfuerzos.

Expreso mi solidaridad con las 20 comunidades desfavorecidas y abandonadas de todo Puerto Rico e insto al Senado que incluya, con urgencia, la consideración de su sufrimiento, y que ponga fin a lo que la EPA ha llamado un peligro inminente y amenaza para esta gente, mediante el cierre de los vertederos tóxicos que no cumplen con la ley en todo Puerto Rico.

Además, que propicien un verdadero debate sobre la reforma de la gestión de residuos sólidos para Puerto Rico. Si ustedes abandonan a los miles más que realmente necesitan que los defiendan, lo único que harán es contribuir a que aumente el sufrimiento de estas personas, continúe el peligro que representan los vertederos tóxicos en Puerto Rico y se creen costos más grandes y más devastadores hacia el futuro.

Cordialmente,

HIRAM J. TORRES MONTALVO
Co-fundador, Puerto Rico Limpio