Por Luisa García Pelatti

La mayoría de los puertorriqueños tienen una percepción negativa sobre la respuesta de las autoridades (gobierno federal, estatal y municipal) ante el huracán María (septiembre de 2017), según una encuesta del Washington Post y Kaiser Family Foundation.

Un 25% dice que todavía no han podido recuperar su rutina diaria y la mayoría (55%) considera que la reconstrucción no es una prioridad para el gobierno federal.

El 80% de los encuestados señalaron que debido al huracán estuvieron meses sin electricidad, perdieron el trabajo, sufrieron daños significativos en sus residencias, experimentaron escasez de agua potable y tuvieron problemas de salud.

Ocho de cada 10 encuestados calificaron de forma negativa la respuesta del presidente Donald Trump, que el miércoles señalaba en Twitter que en Puerto Rico se había realizado “un gran trabajo, poco apreciado” y que estaban preparados para el huracán Florence que se aproxima a las costas de Carolina del Norte y Carolina del Sur. Sólo el 15% de los puertorriqueños entrevistados calificó como positiva la respuesta de Trump ante el huracán María.

Un 58% califica la respuesta del gobierno federal como regular o pobre y seis de cada 10 opina que el tratamiento hubiera sido mejor si Puerto Rico hubiera sido un estado. La mayoría dice que ni el gobierno federal ni los puertorriqueños están preparados para hacer frente a futuros huracanes.

Un 44% de los encuestados dijeron que estuvieron sin electricidad durante cuatro meses o más; 42% perdieron sus empleos; 26% perdieron sus casas o sufrieron daños significativos y 21% perdieron sus autos.

Cinco de cada 10 personas entrevistadas dijo no conseguir suficiente agua potable y 53% están preocupados por la calidad del agua que llega a sus casas.

El huracán afectó las finanzas de las familias. Después de huracán, 24% dice haber tenido que pedir dinero prestados a familia y amigos para llegar a fin de mes,  26% tuvo problemas para comprar alimentos, 17% se atrasó en los pagos de renta o hipotecas y 22% tuvo que conseguir otro empleo o trabajar horas extra para llegar a fin de mes.

Uno de cada cinco entrevistados dijo tener un amigo o familiar que murió de las heridas causadas por el huracán o porque no pudieron conseguir suficiente, agua, comida o cuidado médicos meses después.

Un 68% indicó que tienen amigos o familiares que se mudaron a Estados Unidos después del huracán María. Uno de cada cuatro entrevistados está considerando seriamente mudarse.

La encuesta, realizada por la firma local Estudios Técnicos, Inc., se hizo entre el 3 de julio y el 29 de agosto de este año a un total de 1,500 personas.