Por Luisa García Pelatti

Los esfuerzos de recuperación del huracán María han sido lentos e insuficientes, sobre todo si se comparan con los esfuerzos de recuperación de Texas y Florida tras los huracanes Harvey e Irma, respectivamente. Más de un mes después de María, 70% de la población no tiene electricidad, 19% no tiene agua potable y 31% no tiene servicios de telecomunicaciones. 

Un mes después de los huracanes, Florida y Texas ya se habían recuperado y el 100% de la población tenía electricidad.

“Con una infraestructura destruida, falta de agua y electricidad y un ritmo acelerado de emigración, las empresas y el gobierno necesitan desesperadamente realizar una evaluación integral de los daños económicos, identificar los riesgos y las oportunidades, medir, gestionar y minimizar los riesgos ahora y en los próximos años”, apunta Heidie Calero, presidenta de H. Calero Consulting Group,Inc., en su publicación Economic Pulse. Calero prepara un estudio exhaustivo sobre el impacto del huracán María y cómo cambiará el futuro económico de Puerto Rico.

El paso del huracán sacó a la luz décadas de desarrollo incontrolado en áreas vulnerables, infraestructura inadecuada y la ausencia de un plan para adaptarse al cambio climático y para recuperarse de forma efectiva a un desastre. Pero la ayuda federal que recibió Puerto Rico no es comparable con la que recibieron Texas y Florida.

Puerto Rico recibió menos personal, 15,500 empleados federales comparado con 31,000 en Florida y 40,000 en Harvey, y un 85% menos en fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) que Florida con Irma.