Por Luisa García Pelatti

El Gobierno ha cambiado drásticamente sus proyecciones de crecimiento para la economía. En diciembre se anticipaba una caída de 16% para el año fiscal 2018. En el Plan Fiscal entregado a la Junta de Control Fiscal hace unos días, se habla de un descenso de 1.6% en el mismo periodo.

El economista Juan Lara no cree que la economía caiga 16% en un sólo año, pero tampoco está convencido de que lo haga sólo 1.6%. Señala que la economía sufrirá un descenso de 13% y 15% en los próximos dos años, muy lejos de las proyecciones contenidas en el Plan Fiscal.

“Nos conviene prepararnos para un estremecimiento económico inevitable, pensar en cómo proteger a los más débiles, y acabar de terminar con la pesadilla del déficit estructural, para poder pasar al futuro”, advierte.

Las diferencias entre las proyecciones de diciembre y las del Plan Fiscal se deben a que el Gobierno supone que las reformas que está realizando (reforma laboral, de permisos, energía, etc.) “tendrán un efecto fuerte y casi inmediato en la actividad económica”, explica Lara.

“Las medidas estructurales son importantes y van a producir crecimiento, pero no de inmediato. Son medidas que hay que tomar en el corto plazo para tener salud económica en el mediano y largo plazos, pero no para sacarles un dividendo inmediato”, señala y añade que en el corto plazo lo que hay que esperar es una contracción que depende de la magnitud del ajuste fiscal.

Lara estima, de forma conservadora, que la magnitud del paquete de austeridad en el bienio 2018-19 está entre -5.7% y -6.6% del Producto Nacional Bruto (PNB) nominal. Aplicando un multiplicador fiscal y teniendo en cuenta la inflación se traduciría en una caída de la actividad económica de entre 13% y 15% en el bienio. “Es sólo la mitad del 16% famoso, pero mucho más de lo que parece decir el Plan Fiscal”.