Dimas Rodríguez, presidente de la MBA. (Foto suministrada)

Por Luisa García Pelatti

Desde el principio de la crisis económica se había escuchado hablar de gente que, al no poder hacer frente al pago de su propiedad, decidía abandonarla. Pero ahora parece que el problema se ha agudizado. El alza en las ejecuciones hipotecarias es uno de los principales temas que preocupan a la industria. Por eso, Dimas Rodríguez, que acaba de asumir la presidencia de la Asociación de Banqueros Hipotecarios, lo ha puesto entre los asuntos más importantes en su agenda.

“Los retos que enfrenta la industria son los mismos que teníamos desde hace varios años, con el elemento adicional de que hay una Junta de Control Fiscal y PROMESA, que es algo nuevo para todos nosotros”, comentó Rodríguez.

La Asociación estima que el 60% de las propiedades reposeídas estaban vacante al inicio del proceso para su venta judicial.  “Vemos como una realidad preocupante cuando no tenemos una persona viviendo la propiedad. Tratando de sacar la propiedad adelante. Si no hay nadie, la ejecución de la propiedad es la única solución”.

El presidente de los banqueros hipotecarios explica que hay personas en problemas que se dejan orientar por la persona equivocada. “Se están dando por vencíamos cuando todavía hay oportunidad de salvar esa residencia. La realidad es que cuando tienes una propiedad abandonada no hay alternativa de utilizar los programas de ‘loss mitigation”.

“Estamos tratando de ser más precisos en cuanto a esas estadísticas, porque existen ‘second homes’ que no se debe tratar como residencia principal”.

Asegura que la morosidad en las carteras de préstamos hipotecarios está bajando, se situó en 10.22% en el primer trimestre del año, pero llegó a tocar el 18% en el 2011. “Ante la situación que vivimos, si hubiera despidos masivos en el gobierno, se volvería a afectar la morosidad”, lo que levaría a una alza en al  ejecuciones de hipotecas.

Rodríguez asume la presidencia en un periodo en que las originaciones alcanzan su nivel más bajo y las tasas de interés van a empezar a subir pronto. En el primer trimestre del año se originaron 4,285 hipotecas, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF). La cifra es la más baja desde, al menos, 2005.  “Las originaciones siguen deprimidas”, pero Rodríguez cree que el mercado todavía ofrece oportunidades.

“En la burbuja perdimos de perspectiva que el ‘real estate’ es una inversión a largo plazo. Ahora volvemos a un mercado sostenible. En 10 o 15 años los propietarios de viviendas van a lograr ‘equity’ siempre y cuando la economía eche hacia delante”. Considera que todavía hay oportunidades para refinanciar, antes de que empiecen a subir las tasas de interés.

No anticipa que las tasas hipotecarias suban por encima del 5% o 5.5% por ahora, lo que sigue siendo una tasa asequible. Confía en que la Reserva Federal no siga aumentando las tasas. “Si las dejan ahí no debemos sufrir demasiado”.

La incertidumbre es uno de los principales problemas para la venta de viviendas. “Dentro de ese mercado los banqueros nos enfocamos en la orientación, tratar de que si esa persona no compra lo haga teniendo todos los elementos y razonamiento a la mano, que no se deje influenciar por la incertidumbre”.

Los precios promedios de los préstamos han bajado, a pesar de que hay pequeños nichos en el mercado donde se ha producido un aumento en los precios por la demanda de inversionistas de las leyes 20 y 22.

“Necesitamos estabilidad económica y estabilidad política. Saber bien cuál va ser ese nuevo Puerto Rico para que nos quite la incertidumbre”, explica Rodríguez.

“A media que se quite la incertidumbre y la gente obtenga un poco más de confianza, van a buscar esas oportunidades, mientas tanto nosotros debemos ir bajando el inventario, que aunque ha bajado en los ultimo 10 años, limita la construcción nueva”.

Una construcción nueva que se está ajustando a la nueva realidad del mercado, formada por familias más pequeñas, que demanda viviendas con precios más bajos.