Durante los 10 meses que estuvo vigente el programa de estímulo a la vivienda –conocido como Ley 132– se vendieron 12,491 unidades, un cifra que está 37.5% por encima de las ventas del año pasado, aseguró George Joyner, director ejecutivo de la Administración para el Financiamiento de  la Vivienda. Acompañado de representantes de la banca, Joyner hizo balance del programa que se venció el 30 de junio, y que se extendió cuatro meses más, hasta el 31 de octubre. Lo calificó de “un éxito”.  El funcionario se mostró optimista sobre los resultados para los próximos cuatro meses, anticipan vender 2,000 viviendas más, unas 400 0 500 al mes.

Se vendieron 9,415 unidades existentes y 3,076 unidades nuevas, lo que duplica las ventas del mismo periodo del año pasado. El valor total de esas ventas asciende a más de $2,189 millones, lo que representa un crecimiento de casi 48%. El precio promedio de las viviendas vendidas es $150,000.

“Los números están claros y evidencian el éxito que ha tenido hasta ahora el paquete de incentivos del Impulso Vivienda bajo la Ley 132”, puntualizó Joyner.

Durante el mes de junio se alcanzaron cifras récord, se vendieron 1,767 unidades, un aumento de 152%, con un valor de $304 millones, según datos provistos por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF).

“No tenemos duda que con esta segunda fase de la Ley 132 vamos a permitirle a miles de familias tener un tiempo adicional para comprar con beneficios únicos en el mundo y lograr el hogar de sus sueños. Estamos impulsando nuestra economía y logrando atender la oferta y demanda en el sector de la vivienda y con esto reducir el inventario abultado que  teníamos cuando comenzamos nuestra gestión en total cumplimiento con el compromiso del Gobernador Fortuño con nuestro pueblo. Los estamos logrando y ahí están los resultados”, concluyó el director ejecutivo de la AFV, George Joyner.

Para Hans Moll, presidente de la Asociación de Constructores de Hogares, estos resultados “son claras señales de la estabilización del mercado”.

Los beneficios durante los próximos cuatro meses incluyen: la exención del pago de los sellos y comprobantes al momento de la compra; exención del pago de contribuciones sobre la propiedad por cinco años; exención del impuesto sobre ganancia de capital realizada en compraventas de propiedades residenciales y comerciales existentes, siempre y cuando su valor no sobrepase los $3 millones; exención del impuesto sobre ganancia de capital futura sobre la venta de una propiedad de nueva construcción; los que adquieren propiedad residencial existente sólo pagarán la mitad de la tasa de impuesto sobre ganancia de capital; y pago de la mitad de los cargos por concepto de sellos y comprobantes en escrituras de cancelación de hipoteca.