Por Luisa García Pelatti
El mercado laboral sigue sin dar muestras de recuperación. Crece el desempleo y se pierde empleo y mientras, crece el “efecto desánimo”. Hay gente que lleva tanto tiempo buscando empleo, sin encontrarlo que ya no lo busca.
El número de personas desempleadas ascendió a 175,000, 3,000 más que el año pasado, según los datos más recientes del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. Por otro lado, el número de personas empleadas, 1,017,000, es la cifra más baja para un mes de noviembre en los últimos 20 años. Se han perdido 27,000 empleos en 12 meses.
La tasa de desempleo se mantuvo en 14.7% en noviembre, el mismo nivel que en octubre, que fue la tasa más alta en 21 meses.
La tasa de participación hasta sube ligeramente a 41.4%, pero sigue muy baja, sólo trabajan o buscan empleo 4 de cada 10 que están en capacidad de hacerlo.
El número de personas desempleadas que no buscaban trabajo porque creen que no lo van a encontrar, los llamados desalentados, siguen creciendo, y en el mes de noviembre se alcanzó un nivel récord, 97,000 personas.
Esas 97,000 personas no tienen empleo, pero como no lo buscan tampoco se les considera desempleadas. El aumento de esta cifra ha ayudado a reducir la tasa de desempleo, pero paradójicamente si cambiaran de opinión y empezaran a buscar empleo podrían elevar la tasa de desempleo.
La crisis lleva siete años destruyendo empleos. Se han perdido unos 250,000 empleos desde el 2006. Pero lo peor es que cada vez hay menos personas dispuestas a trabajar. El número de personas en el Grupo Trabajador lleva seis años reduciéndose. Y no es que no quieran trabajar, es que creen que con la crisis económica es imposible encontrar empleo. Y ya llevan mucho tiempo buscando.
