República Dominicana es uno de los países con mayor crecimiento en América Latina y el Caribe. Aun así, uno de cada tres dominicanos es pobre

Por redacción de Sin Comillas

La República Dominicana ha disfrutado de una de las mayores tasas de crecimiento de América Latina en los últimos 25 años. En los últimos dos años, la proporción de dominicanos que viven en la pobreza (con cerca de 152 pesos dominicanos al día) también ha disminuido sustancialmente de 36.4 % en 2014 a 32.3 % en 2015.

Sin embargo, el gasto social en la República Dominicana sigue siendo bajo en comparación con el resto de la región; en promedio 1.6 % del Producto Interno Bruto (PIB) en salud en comparación con el promedio regional de 4.5 %. Además, las deficiencias en la confiabilidad y calidad de los servicios de agua y electricidad están afectando a los principales impulsores del crecimiento, incluyendo el turismo, la agricultura y la manufactura.

La erradicación de la pobreza extrema en República Dominicana se puede alcanzar por medio de mejoras en política fiscal y social.  El estudio titulado  “Política fiscal y redistribución en la República Dominicana” indica que con un gasto adicional del 1.3 % del PIB para duplicar las transferencias directas a los más pobres y lograr la cobertura universal de salud y educación pública incluso reformas administrativas, el país caribeño lograría elevar a todos los dominicanos por encima de la línea de la pobreza extrema.

Para alcanzarlo, el informe considera esencial revisar las políticas fiscales enfocándose en medidas administrativas para reducir la evasión de impuestos y disminuir la informalidad. También sugiere una revisión de los subsidios a la electricidad para asegurar que beneficien a los que más lo necesitan.

“La República Dominicana es una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina y el Caribe y está bien situada para aprovechar sus éxitos y avanzar en el crecimiento inclusivo”, dijo el vicepresidente del Banco Mundial, Jorge Familiar.

La serie de notas de política “Para construir un mejor futuro juntos” destaca tres prioridades para traer una mayor y sostenida prosperidad a todos los ciudadanos:

  • Mayor inclusión productiva, a través de un mercado laboral con mejor capital humano y mayor participación de mujeres, vínculos entre la inversión extranjera y la economía local, y aumento de la competitividad. A pesar de los recientes avances en la facilidad de hacer negocios, la República Dominicana aún puede mejorar el acceso a la financiación de las pequeñas empresas. El informe propone mejorar los vínculos entre las empresas situadas dentro y fuera de las zonas económicas especiales, y la generación de las competencias necesarias en el mercado de trabajo.
  • Un gasto público que sea suficiente y efectivo en el contexto de un espacio fiscal limitado. Los dominicanos han experimentado progresos sustanciales en la matrícula escolar y cobertura del seguro de salud, pero los estudiantes continúan teniendo un desempeño pobre en comparación con otros países latinoamericanos y las tasas de mortalidad de niños menores de cinco años siguen siendo altas (31 por 1.000 personas a partir de 2015). Para hacer frente a esto, el país necesita esfuerzos continuos para expandir servicios educativos, incentivos profesionales, y servicios sociales más eficientes e integrados que ayuden a garantizar la cobertura de los más vulnerables. Asimismo, hay que garantizar una cobertura de calidad a bajo precio en el suministro de agua y saneamiento, así como la electricidad y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
  • Aumento de la resiliencia al cambio climático y los desastres naturales, y mejora en el manejo de recursos naturales para sostener los altos niveles de crecimiento. República Dominicana está muy expuesta a eventos climáticos extremos y al impacto del cambio climático. La inclusión de los riesgos climáticos en las estrategias de gestión de riesgos fiscales, la promoción de la agricultura inteligente para el clima y los servicios de los ecosistemas será clave para ayudar al país a estar mejor preparado para el cambio climático y los desastres naturales.