Por redacción de Sin Comillas

Celeste E. Freytes González, presidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), presentó a la Junta de Gobierno su renuncia irrevocable al puesto que ocupó desde el 8 de julio pasado. Poco después, 10 rectores del Sistema de la Universidad de Puerto Rico renunciaron en bloque inconformes con la exigencia de recortar $300 millones al presupuesto de la Universidad.

“Rechazamos que se sacrifique más a la UPR mientras otras corporaciones y estructuras gubernamentales no dan un paso al frente, ni se les exigen los recortes draconianos que se le han requerido a una institución que ha probado ser vital en el desarrollo de nuestro país.  En el momento en que el país más necesita de su Universidad  y de ampliar las oportunidades para que un mayor número de estudiantes puedan acceder a ella, le dan un golpe que amenaza su viabilidad. No es sensato ni justo que, en estos momentos, se amenace su existencia. Repudiamos la insistencia de pagar la deuda pública a expensas de la Universidad”, señalaron en un comunicado.

“Como universitarios y ciudadanos responsables hemos intentado cumplir el mandato de reducir el presupuesto institucional, pero no podemos avalar una propuesta que atenta contra la educación superior pública. Por tal razón, nos unimos a la señora presidenta y presentamos nuestra renuncia irrevocable”.

El secretario de la Gobernación, William Villafañe, manifestó que la renuncia de la presidenta interina de laUPR “es la culminación de un errático proceder, donde se ha ocultado información relacionada a la administración de esa institución, en momentos donde se requiere actuar con responsabilidad y transparencia ante el crítico estado en que se encuentran las finanzas de la Universidad”.

Añadió que “esperaba que la administración de la UPR ejerciera con compromiso su responsabilidad. Es un mal ejemplo escapar del deber en los momentos más importantes. Nosotros estamos haciendo lo qué hay que hacer para enderezar las finanzas públicas, le correspondía a Freytes hacer lo propio en la Universidad. Este abandono de sus deberes afecta gravemente a la comunidad universitaria”.

Los rectores que renunciaron son:

Noel J. Aymat Santana, DMD, Rector Recinto de Ciencias Médicas

María de los Ángeles Castro Arroyo, Ph.D., Rectora Interina, Recinto de Río Piedras

José M. Encarnación González, Ed.D., Rector Interino, Recinto de Humacao

Margarita Fernández Zavala, M.A., Rectora, Recinto de Bayamón

John Fernández Van-Cleve, Ph.D., Rector, Mayagüez

Otilio González Cortés, J.D., Ph.D., Rector, Arecibo

Moisés Orengo Avilés, Ph.D., Rector, Carolina

Doris S. Torres Negrón, Ed. D., Rectora Interina, Ponce

Raquel G. Vargas Gómez, Ph.D., Rectora, Utuado

Nelson A. Vera Hernández, Ph.D., Rector, Aguadilla

Los rectores denunciaron que durante los pasados ocho años, como resultado de la crisis fiscal del gobierno, la Universidad de Puerto Rico hizo ajustes y adoptó medidas cautelares para economizar gastos y tener un fondo de reserva. Aceptó la congelación de la fórmula de su financiamiento durante tres años, lo que redujo sus ingresos en $348 millones (a razón de $116 millones por año), ha manejado responsablemente su presupuesto y tiene sus estados financieros auditados por una compañía externa hasta el 2015.

Con los recortes, “los profesores vieron desaparecer las oportunidades de licencias sabáticas para avanzar sus investigaciones y de ayudas económicas para culminar estudios superiores. Se redujo la compensación de los puestos de confianza (mayormente decanos de facultades y directores departamentales) y se congelaron los ascensos en rango y los aumentos de sueldo para docentes y no docentes. Disminuyeron considerablemente las oportunidades de reclasificación y pasos por niveles, así como los nombramientos en plazas docentes y no docentes”, explicaron los rectores.