Lara

Por Luisa García Pelatti

Defendió que había que hacer todo lo posible para evitar tener que renegociar la deuda, pero dice que ahora ya es inevitable. Señala que la renegociación implica un duro programa de ajuste fiscal y reformas que tendrá que sufrir la población y advierte del riesgo de no llegar a implantar el programa de estabilización, lo que nos colocaría en una situación mucho peor a la actual.

Durante la Asamblea Anual de la Asociación de Economistas celebrada recientemente, Juan Lara planteó tres preguntas durante su participación en un panel sobre la crisis fiscal: ¿qué papel juega en el plan de ajuste fiscal el tema de las reformas que se proponen? ¿qué pasa si este programa no se hace? y ¿qué tenemos que hacer?

Las respuestas: “sí, tenemos que renegociar deuda; sí, hacen falta reformas y no podemos seguir más tiempo sin un compromiso creíble de estabilización”.

“Indudablemente hay que renegociar deuda. Ya estamos en una situación en que es obligatorio. He estado en este tiempo en una minoría, y lo sigo estando, porque mi posición desde el principio ha sido que había que hacer todo lo posible por evitar tener que renegociar, sencillamente porque los procesos de renegociación de deuda son horribles. Pero aquí en Puerto Rico, hace cuatro años hay gente que está diciendo que hay que renegociar la deuda porque piensa que renegociar la deuda, como le decía a mis estudiantes, es chuparse un limber. En realidad es como comerse un cable. Pero ya estamos ahí, ya tenemos que comernos ese cable. Ya estamos en una situación en que no podemos dar para atrás y pensar en no renegociar deuda. Eso es una parte necesaria del proceso, pero nadie nos va a aceptar un programa de renegociación de deuda sin un esfuerzo fiscal creíble de parte del gobierno y el pueblo de Puerto Rico”, indicó Lara.

El economista explicó que el plan el Grupo de Trabajo combina una plan de ajuste fiscal con un programa de reformas económicas, pero el plan de reformas tiene una contribución relativamente pequeña. “La mayor parte de las medidas para reducir el deficit de financiamiento viene de medias de aumentos de recaudaciones e impuestos y de recortes de gastos gubernamentales. La parte que queda al programa de reformas es una parte relativamente menor”.

“Cuando hablamos de este programa no podemos perder de vista que hay una lista sustancial de medidas de aumentos de recaudos y recortes de gastos que representan la mayor parte del esfuerzo y que no se están  discutiendo con la misma intensidad que se discute el programa de reformas, que es más controversial y capta más la atención de los lectores”.

Destaca que el hecho de que después de la implantación del programa de ajustes quede todavía un déficit de $14,000 millones envía un doble mensaje. Un mensaje para los bonistas: incluso haciendo un ajuste fiscal severo e implantando un duro plan de reformas la brecha de financiamiento que queda es tan grande que es indispensable renegociar una parte sustancial de la deuda. Y un mensaje para la población: incluso en el caso de que los bonistas accedan a refinanciar la deuda el programa de ajuste de fiscal y de reformas será duro.

Ya hay voces diciendo que el programa no se va poder implantar. ¿Qué pasa si no se hace? “Llevamos un periodo prolongado de promover iniciativas que no llegan a concretarse. Llevamos un periodo prolongado de intentos de estabilización fiscal que nunca se han podido completar y cada vez que tenemos una falla en uno de esos intentos lo que indudablemente ocurre es que la situación se pone considerablemente peor. La posibilidad de que no se actúe con decisión en medidas de estabilización fiscal es que la situación se ponga bastante peor de lo que esta ahora. Lo menos que necesitamos es un vacío de política económica. Si este este programa no se puede echar a andar tenemos bien poco tiempo para movernos rápidamente con un programa alterno que sí pueda funcionar y pueda cumplir el objetivo de cerrar sustancialmente esa brecha de financiamiento y ponernos en una situación de  credibilidad que nos permita realmente negociar con los acreedores”.