Por Luisa García Pelatti

El Gobierno y la Junta de Control Fiscal estarían aprovechado los días de Semana Santa para comenzar a negociar con los acreedores la reestructuración de la deuda pública, y lo hace con la presión de que se acerca el 1 de mayo, cuando se vence la paralización de demandas para el pago de la deuda. ¿Los días que faltan serán suficiente para llegar a un acuerdo y evitar el Título III de Promesa?

El abogado John E. Mudd opina en su blog Muddlaw que aunque es poco tiempo para alcanzar un acuerdo, podrían disponer de 120 días adicionales. La clave es saber si las conversaciones que se mantienen con los acreedores son una mediación o una negociación.

Según el abogado, quien ha estado siguiendo de cerca los acontecimientos en torno a la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés), la Junta y el Gobierno estarían confundiendo, de forma intencional, la mediación en el conflicto entre tenedores de bonos de Obligaciones Generales (GO) y los de bonos Cofina (Corporación del Fondo de Interés Apremiante); y las negociaciones con los acreedores.

En varias ocasiones, los acreedores han pedido comenzar a negociar con urgencia y la respuesta de la Junta ha sido nombrar a Allan Gropper, ex juez del tribunal de quiebras, como mediador.

Mudd cree que es imposible llegar a un acuerdo entre los tenedores de bonos de GO y de Cofina en un plazo de 48 a 72 horas, “sobre todo, teniendo en cuenta los problemas que ambas partes tienen con el Plan Fiscal. Pero incluso, aunque se llegase a un acuerdo, sólo habría dos semanas para llevar a cabo negociaciones reales después de la mediación”.

Si no se alcanza un acuerdo antes del 1 de mayo, se utilizaría el Título III de Promesa, que equivale a solicitar la quiebra en los tribunales. Utilizar el Título II requiere que se haya negociado de buena fe. Mud se cuestiona si el proceso de mediación cualificaría como “esfuerzos de buena fe” para lograr un acuerdo consensual bajo el Título VI.

“La mediación es un tipo de resolución alternativa de disputas donde una persona supuestamente neutral ayuda a las partes involucradas a resolver sus disputas. No es lo mismo que una negociación, especialmente cuando algunos de las partes no quiere participar en el proceso”.

En el caso de la quiebra de Detroit las negociaciones empezaron el 14 de junio y la quiebra se sometió el 18 de julio. El tribunal decidió que Detroit no negoció de buena fe al no ofrecer suficiente información para presentar contraofertas y porque no hubo suficiente tiempo.

Cuando termine el proceso de mediación mañana, 14 de abril, sólo restarán 16 días antes de que finalice la paralización de demandas y pedir el Título III. ¿El tribunal considerará que se ha dado suficiente tiempo? ¿Se dará suficiente información a los acreedores teniendo en cuenta la ausencia de estados financieros auditados?

En el caso de que se someta el Título III, habría que esperar 120 días antes de que se decida rechazar la petición, y eso le daría al Gobierno y a la Junta más  tiempo para negociar,