Luis García Pelatti (Foto: Sin Comillas)

Por Luis García Pelatti*

Se que nos encontramos en un momento difícil, pero no es menos cierto que son estos momentos, cuando nos damos cuenta de lo que funciona y no funciona en Puerto Rico.

Algunos se pueden haber sorprendido por los tuit de ayer de Donald Trump sobre los “problemas profundos” de Puerto Rico, donde nos recordaba a unos pocos y le informaba a muchos que ya teníamos “una infraestructura rota” y en particular que la red eléctrica “que ya estaba terriblemente mal, fue devastada”.

Soy de los que piensa que la falta de critica y autocrítica nos llevó a la situación en donde estamos, de país endeudado y no preparado para los desastres financieros y naturales. La nueva terminología sería, no hemos sido resilientes.

Por eso aprovecho la ocasión –cuando salen a la luz la falta de comunicación entre el gobierno central y algunos municipios, pero también las funciones y responsabilidades que están asumiendo los municipios en uno de los momentos más difíciles para Puerto Rico– para recordar, que no podemos desmontar la estructura financiera de los municipios sin establecer una nueva estructura.

Como nos demuestran los huracanes “es más fácil destruir, que construir”. Pero seguimos sin resolver cómo financiar tanto al estado como a los municipios, no tenemos una ley clara donde se establezca cuáles son las funciones que pueden y deben ser realizadas por los municipios y cuáles por el gobiernos central. Una vez esto esté claro, se buscan los mecanismo para su financiamiento.

No cabe duda que los municipios se deben transformar y democratizar, pero no se puede negar que 6 días después del paso del huracán María, el principio de “subsidiariedad” (tendencia favorable a una participación meramente subsidiaria del Estado en apoyo de las actividades privadas o comunitarias) está mas vigente que nunca, que un asunto debe ser resuelto por la autoridad más próxima al objeto del problema.

  • El autor es economista y planificador urbano.