Por Luisa García Pelatti

En el Índice de Percepción de la Corrupción 2012, que publica Transparency International, Puerto Rico obtiene una puntuación de 63, de los 100 posibles, y ocupa la posición número 33 de un total de 176 países.  La Isla mejora con respecto al año pasado, cuando la puntuación era más baja (5.6 de 10) y ocupaba la posición 39. Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda comparten el primer lugar, con una puntuación de 90, una posición que han podido alcanzar en parte debido a que cuentan con sólidos sistemas de acceso a la información y normas que regulan la conducta de quienes ocupan cargos públicos.

En el continente americano, la Isla ocupa la octava posición. Canadá, Barbados y Estados Unidos ocupan las tres primeras posiciones. Le siguen Chile, Uruguay, Bahamas y Santa Lucía.

Este año, Transparency International ha actualizado la metodología del Índice de Percepción de la Corrupción. Como reflejo de esto el índice se presenta en una escala de 0 (sumamente corrupto) a 100 (muy transparente).

Afganistán, Corea del Norte y Somalia se ubican una vez más en el extremo inferior del índice como los países más corruptos. En estos países, la ausencia de instituciones públicas eficaces y de líderes que rindan cuentas por su actuación ponen de manifiesto la necesidad de adoptar una postura mucho más firme frente a la corrupción.

Entre los países que obtuvieron resultados insatisfactorios en el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 se incluyen aquellas naciones de la Eurozona que se han visto afectadas de forma más grave por la crisis económica y financiera. Transparency International ha advertido de forma consistente a Europa que debe abordar los riesgos de corrupción en el sector público para poder superar la crisis financiera, e instó a que se intensificaran los esfuerzos para blindar a las instituciones públicas frente a la corrupción.

“La corrupción es el problema mundial del que más se habla”, afirmó Cobus de Swardt, director ejecutivo de Transparency International. “Las principales economías del mundo deberían también dar el ejemplo y asegurarse de que sus instituciones sean completamente transparentes y que sus líderes rindan cuentas por sus decisiones. Se trata de una condición crucial, ya que estas instituciones son fundamentales para impedir que la corrupción se propague a nivel mundial”, indicó de Swardt.

Resulta evidente que en muchos países el soborno, el abuso de poder y los acuerdos secretos siguen estando muy presentes. El Índice de Percepción de la Corrupción 2012 de Transparency International muestra que la corrupción continúa devastando a sociedades en todo el mundo.

Dos tercios de los 176 países clasificados en el índice de 2012 obtuvieron una puntuación inferior a 50 en una escala de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de bajos niveles de corrupción), lo que señala que las instituciones públicas deben incrementar su transparencia y que los funcionarios en puestos de poder deben rendir cuentas de manera más rigurosa.

“Los gobiernos deben incorporar acciones contra la corrupción en todas las decisiones públicas. Entre las prioridades están normas más efectivas sobre lobby y financiamiento político, una mayor transparencia de la contratación y el gasto público, y mayor rendición de cuentas de organismos públicos a la población”, señaló Huguette Labelle, presidenta de Transparency International.

“Tras un año durante el cual la atención ha estado en la corrupción, esperamos que los gobiernos adopten una postura más firme contra el abuso de poder. Los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2012 demuestran que las sociedades continúan pagando el alto costo que supone la corrupción”, aseveró Labelle.

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