Claudia Goldin

Por redacción de Sin Comillas

Claudia Goldin (Nueva York, 1946), economista en la Universidad de Harvard, fue galardonada con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. Goldin es una pionera en el análisis de los factores que provocan las diferencias salariales entre hombres y mujeres desde el punto de vista económico e histórico.

Según datos de Naciones Unidas, las mujeres siguen ganando en todo el mundo un 23% menos que los hombres por el mismo empleo o dicho de otro modo, las mujeres cobran 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres. Esta diferencia salarial de género se conoce como brecha salarial.

En su libro “Understanding the Gender Gap”, publicado en 1990, Goldin estudió la brecha de género en el mercado laboral a través de una recopilación de datos históricos desde 1820 sobre empleo, ingresos, horas trabajadas y experiencia laboral. Los datos son de Estados Unidos, pero según la propia galardonada son aplicables a otros países.

Goldin analiza cómo han evolucionado las aspiraciones laborales de la mujer a lo largo del siglo XX. Desde un inicio en el que la conciliación era inexistente, la mujer tenía que decidir entre trabajar para subsistir o la familia. Después, en la década de los 20, algunas mujeres comenzaron a anteponer el trabajo, situación que se invierte en los años 40. Hubo que esperar hasta la década de los 70 para ver cómo la mujer combinaba trabajo y carrera profesional.

La catedrática de Harvard concluye en sus investigaciones que la brecha salarial se amplió cuando se expandió el trabajo de corte administrativo, cuya organización hace que se valore más al trabajador que dedica más horas. Por tanto, el desarrollo de las políticas de personal y los departamentos crearon las bases institucionales de la discriminación. La diferencia era menor cuando a principios del siglo XX se pagaba en la industria por unidad realizada, en lugar de con criterios más subjetivos. No obstante, Goldin argumenta que la diferencia se ha ido reduciendo sobre todo gracias a los cambios educativos.

Una de las razones para la brecha salarial es el cuidado de los hijos. No se observan diferencias salariales cuando las mujeres no tienen hijos o no asumen responsabilidades en el hogar. La clave para reducirla podría estar en “políticas de educación como la temprana escolarización de los niños, que podría reducir el tiempo que las mujeres tienen que estar en el hogar”. Aunque, lo ideal sería que no sólo las mujeres tuvieran que estar disponibles para el cuidado de los hijos, ya que esto genera desigualdad en el trabajo.

“Si una pareja tiene hijos, uno de los miembros suele responsabilizarse de atender sus necesidades, mientras que el otro está más pendiente del trabajo. De forma desproporcionada, las mujeres han venido asumiendo el papel de atender las necesidades del hogar mientras los hombres se volcaban en el trabajo”, explicó Goldin.

Goldin estudió economía en la Universidad de Cornell y se doctoró en esta misma disciplina en la Universidad de Chicago.