Por Luisa García Pelatti

Popular, Inc. (NASDAQ:BPOP) logró la aprobación de todos los asuntos que sometió a votación en su reunión anual de accionistas, que se llevó acabo el viernes. Los accionista aprobaron una división inversa de acciones (1 por 10); el nombramiento de un nuevo director para su Junta de Directores y la renovación en el cargo de otros cuatro; el programa de compensación de los ejecutivos; y la renovación de los servicios de PricewaterhouseCoopers LLP como firma de auditoría independiente. La mayoría de las medidas se aprobaron con el apoyo de más del 90% de los votos de los accionistas.

La Junta, que duró poco más de una hora, se inició con una presentación de Richard L. Carrión, presidente de la Junta de Directores y principal oficial ejecutivo de Popular, Inc. en la que resaltó los resultados del banco durante el 2011 ($151.3 millones) y el primer trimestre de este año ($48.4 millones).

Carrión señaló que “la economía se ha estabilizado y creemos que va a haber algo de crecimiento, bajo, pero algo de crecimiento”. Dijo que el proceso de consolidación de la banca va a continuar y que cree que habrá oportunidades para Popular; y aseguró sentirse optimista de cara al futuro.

En la sesión de preguntas, los accionistas se mostraron interesados en saber cuándo el banco va a pagar los $935 millones que recibió en fondos TARP (Troubled Asset Relief Program).

“Entendemos que tenemos la capacidad de pagar el TARP. No está enteramente en nuestras manos. Las entidades reglamentarias también tienen que opinar”, comentó Carrión. Dijo que espera que los reguladores realicen pruebas a los bancos y anticipa que podría haber noticias antes de fin de año. “Hemos dicho públicamente que vamos a hacer algo que sea beneficioso para los accionistas”.

Una vez Popular haya pagado el TARP espera empezar a pagar dividendos nuevamente, aseguró Carrión.

Uno de los accionistas preguntó por los problemas de morosidad entre algunos miembros de la Junta de Directores y cuestionó si es “un tema de preocupación”.

Carrión respondió que “siempre es motivo de preocupación” y añadió que las transacciones en cuestión se hicieron siguiendo los procedimientos y la reglamentación vigente; y que el banco divulgó la información “con completa transparencia”.

También se cuestionó si Carrión, que ostenta las funciones de presidente, principal oficial ejecutivo y presidente de la Junta de Directores, tiene planes de renunciar a alguna de esas responsabilidades.

“No tengo planes inmediatos de eso, pero eso no me compete a mí, le compete a la Junta de Directores. Pero quedan dos o tres cosas por hacer y espero estar el año que viene aquí”, contestó Carrión.

A preguntas sobre si las proyecciones de ganancias para este año –entre $185 millones y $200 millones– no son conservadoras, el presidente de Popular respondió: “me gustaría pensar que sí, pero no creo. Todavía tenemos un nivel alto de activos no productivos”. “El negocio en general de banca ha cambiado mucho y todavía hay incertidumbre sobre el nivel adecuado de capital”.

Si hubiera tenido una bola mágica, ¿qué hubiera hecho para prevenir que la crisis afectara a Popular?, fue la pregunta de un accionista.

“Es una pregunta que me he hecho muchas noches”, contestó Carrión. “Posiblemente hay una serie de decisiones de expansión que hubiera tomado de forma distinta y unas decisiones de crédito que, claramente, no hubiera hecho.

Señaló que la expansión en Estados Unidos  se habría hecho de otra forma, profundizando en los mercados donde ya estaba el banco en vez de abrir nuevos; que no habría sido tan agresivo en los préstamos de construcción y que hubiera sido más cauteloso en la concesión de préstamos comerciales.

Sobre la operación de Popular en Estados Unidos, Carrión señaló que los resultados han sido favorables y que van a profundizar en los mercados donde están operando.

Se mostró satisfecho con la operación en República Dominicana, “una inversión pequeña”, pero con buen rendimiento. “Una pena que no tengamos un por ciento mayor”.

Sobre EVERTEC (recordemos que Popular vendió su participación mayoritaria) dijo estar muy satisfecho con la operación, pero “anímicamente hubiera preferido no tomar esa decisión”, en referencia a la pérdida del control de la mayoría de las acciones de la compañía.