Foto: Sin Comillas

Por Luisa García Pelatti

Existe confusión sobre el efecto del plan fiscal. No están claras las proyecciones económicas y se malinterpreta el pago de la deuda.

“Me parece que una de las primeras cosas que hay que aclara es que esto va a tener un efecto inmediato, en el corto plazo, y va a tener otro efecto a mediano y largo plazo, que podría ser bueno pero no está garantizado”, explicó el economista Juan Lara durante su participación en un panel organizado por la Cámara de Comercio.

Los efectos en el corto plazo van a depender de “cuánta austeridad haya en el programa” y la contestación es que hay “mucha austeridad”. Lara asegura que la economía va a pasar por el proceso más traumático que hayamos vivido en los pasado 10 años.

“A mediano y largo plazo –a partir de 2020 y 2021–va a depender de cuánto éxito tenga el programa de reformas estructurales que ayude a crear una economía más saludable, de cuántas inversiones se puedan haber conseguido con las APP y, particularmente, va a depender de qué va a pasar con el acceso de Puerto Rico a los mercados financieros en el largo plazo.

Uno de los asuntos que ha causado confusión es la contracción de 16% en la economía en el 2018. Esa cifra se le atribuyó a la Junta de Control Fiscal. Lara explica que la Junta la citó como una proyección hipotética.

También hay confusión con la proyecciones económicas. En el Plan, una tabla hace referencia a una caída de 2.8% en la actividad económica en el año fiscal 2018. Pero ese dato, explica el economista es el Producto Bruto a precios corrientes, al que hay que aplicarle una inflación de 1.2%, lo que resulta en una contracción de 4%, igualando la caída del 2009, que fue la peor de la crisis. La proyección para el 2019 es de -3.5%.

“Estamos hablando de una contracción severa de la economía”. La austeridad es intensa. “Nada nos quita de encima ese cuadro de ajuste duro en los próximos dos años”, advierte.

“Lo que queremos que ocurra es que logremos estabilizar el presupuesto en dos o tres años, y que las medida de reformas económica permitan crear una economía más sana. Estas reformas económicas no son una varita mágica que hace que la economía empiece a crecer. Hay que abonar bien el terreno para que tengamos una buena cosecha”. “Necesitamos inversión de inmediato y debe ser privada. A las APP hay que sacarles el jugo”.

Otro tema que ha generado confusión es la quita de la deuda. Una interpretación incorrecta del Plan Fiscal ha llevado a confundir los fondos que están disponibles para el pago de servicio de la deuda con la cantidad de deuda que se va a pagar. Por eso se habla incorrectamente de una reducción de la deuda de 74%. Que sólo hayan $800 millones anuales en promedio para el pago del servicio de la deuda en los próximos 10 años no significa que no se vaya a pagar el resto de la deuda. El restante de esa deuda es lo que hay que negociar con los acreedores. “Esto no se acaba en el 2027”, apunta Lara.

Si la quita de la deuda fuera de 74% se trataría de un “grandísimo logro”, asegura. “Si Puerto Rico realmente queda en una situación de insolvencia tan absoluta que nos tuvieron que perdonan tres cuartas partes de la deuda,  deberíamos pensar en un futuro sin acceso a los mercados para financiamiento”.