Por redacción de Sin Comillas

A tres meses del paso del Huracán María, Espacios Abiertos (EA) hizo un llamado urgente para que el gobierno de Puerto Rico sea claro, consistente y transparente en el ofrecimiento de datos e información sobre los diversos ámbitos de la emergencia que provocó el Huracán María. Consideran que es “insostenible” que a 90 días del huracán todavía no haya datos certeros sobre información vital para el País como son las muertes relacionadas al manejo de la emergencia, la cantidad de hogares y negocios sin energía eléctrica, casas sin toldos y techos azules, las escuelas cerradas parcial o completamente y la repartición de ayudas humanitarias y recursos de reconstrucción. EA lanzó una campaña en medios sociales, noticiosos y vallas publicitarias con el lema ‘Los números no cuadran’, en la que también exhorta a la ciudadanía a exigir transparencia.

“La ausencia extendida de información y la constante contradicción en los datos que se ofrecen sobre asuntos trascendentales, literalmente de vida o muerte, son inexcusables”, sostuvo Cecille Blondet Passalacqua, directora ejecutiva de Espacios Abiertos. “Ya vamos a terminar el año y todavía no tenemos estos datos. Los números no cuadran y no podemos seguir esperando. Hay que exigir a las autoridades públicas que hablen con la verdad, por ahí comienza la recuperación. La ciudadanía, así como las entidades no gubernamentales reclamamos que se divulgue toda la información. Esto es clave para que el País pueda recuperarse de lo que se ha convertido en una crisis humanitaria, con el conocimiento suficiente para no volver a repetir los errores que nos han traído hasta aquí”.

Generación de luz no es igual a abonados con luz

Uno de los ejemplos a los que aduce Espacios Abiertos al insistir en la transparencia y rendición de cuentas es: el porciento de Generación v. abonados con electricidad. “Nos hablan de 65% de generación pero, cuando se pregunta por cantidad de abonados con y sin servicio, la AEE indica no saber cuántos hogares y negocios siguen a oscuras.  Si a principios de octubre la AEE y el portal de statuspr ofrecía cifras de abonados con y sin luz, cómo es que de repente eso cambió? Las justificaciones que da el Gobierno y la AEE para no ofrecer esos números son inaceptables.  Disfrazar la información, es una manera de esconder la verdad”, explicó Blondet.

“Al pueblo no se le engaña. Todos sabemos que porciento de generación no es igual a abonados con servicio. La realidad oficial no se puede esconder. Las cifras oscilan entre un 56% de hogares sin luz según un estudio del Colegio de Ingenieros y Agrimensores y el 70% sin luz como resulta del censo que hace una semana hizo público el Alcalde de Bayamón sobre hogares sin luz en su municipio, que a su vez coincide con el porciento de casas sin luz del total de hogares que utiliza Nielsen a lo largo de la Isla para monitorear audiencia televisiva.  Si es cierto que la AEE no sabe quién tiene y no tiene luz: ¿Cómo puede facturar por el servicio?  Es obvio que la AEE ha escogido esconder la información y, al así hacerlo, abona a generar más descontento y desconfianza entre sus clientes”.

El número de muertes reportadas por el Gobierno no es igual a las muertes registradas por funerarias

Otro ejemplo al que hace alusión la campaña de Espacios Abiertos tiene que ver con la cifra de muertes reportadas. La cifra oficial de muertes provocadas por el huracán asciende a 62. “La Prensa, las funerarias y la ciudadanía dicen son más de 1,000 y todavía se están contabilizando debido a la falta de electricidad en más de la mitad del País. La diferencia es demasiado amplia como para no saber ni exigir una contabilidad oficial responsable y sensible”, añadió Blondet.

La cantidad de casas sin techo no es igual a la cantidad de toldos de FEMA

Según los datos oficiales, más de 75,000 viviendas se destruyeron en su totalidad a causa del huracán María, mientras que alrededor de 250,000 sufrieron daños severos. “Sin embargo, según reportes de prensa recientes, el Cuerpo de Ingenieros ha instalado solamente 17,672 techos azules (toldos de 30 días de duración), un 26% de las 66,906 solicitudes registradas para ese tipo de ayuda”, recordó la líder de la organización. “Sabemos que, si 250,000 sufrieron daños severos, la necesidad es mucho mayor que esas 66,906 solicitudes. Aún así, ¿en qué situación está viviendo ese 74% de los solicitantes que todavía no tienen un techo azul de 30 días?”

El número de escuelas abiertas no es igual a estudiantes con clase

En relación a las escuelas, el Gobierno asegura que el 97% de estas ya están abiertas y funcionando. “Pero qué significa estar funcionando, cuando también sabemos que las escuelas donde no hay servicio eléctrico están despachando a los estudiantes antes de medio día. Esos niños, niñas y jóvenes ya están atrasados por las suspensiones de clases tras los huracanes y ahora no están recibiendo la enseñanza completa. Eso, no importa cómo trates de ponerlo, es una violación al derecho constitucional a la educación al que toda la niñez y la juventud puertorriqueña tiene derecho”.

La organización instó a las autoridades a atender la situación de emergencia con rigurosidad, garantizando la transparencia y el acceso a la información, como se espera de un gobierno que aspira a ser democrático y responsable con sus constituyentes.

“Esa es la única manera legítima de gobernar: abierta, democráticamente y con mecanismos de rendición de cuentas. De lo contrario, la lógica detrás de los números y los datos seguirán siendo un misterio y no cuadrarán.  Un país en crisis económica y que acaba de pasar un trauma severo como ha sido el paso de dos huracanes merece saber cuántas personas murieron por falta de diesel, por falta de servicios médicos, por falta de planificación y por las severas medidas de austeridad que afectaron sus recursos. Merece saber cuántas personas todavía carecen de electricidad, un servicio sin el cual es imposible garantizar derechos básicos”.

Espacios Abiertos es una organización sin fines de lucro creada en 2014 que promueve la transparencia y la rendición de cuentas en los haberes públicos con el propósito de crear una sociedad abierta que también sea más justa y equitativa.