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Por redacción de Sin Comillas

La Sociedad Ornitológica Puertorriqueña (SOPI) solicitó al gobernador Alejandro García Padilla, que proteja cerca de 7,000 cuerdas de humedales en el Caño Tiburones, entre los municipios de Arecibo y Barceloneta.  El reclamo hecho por la organización surge en reacción a una Orden Ejecutiva firmada por el Primer Ejecutivo en el día de ayer, y en la que instruye a la Junta de Planificación y al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) a evaluar, delimitar y designar nuevas reservas agrícolas y naturales, incluyendo la ampliación de la Reserva Natural del Caño Tiburones, en un término de un año.

Nathaniel González, presidente de la SOPI, señaló que “aunque la Orden Ejecutiva es un paso en la dirección correcta, el hecho es que la Junta de Planificación se ha opuesto a la protección de las áreas de humedales halladas en terrenos públicos del Caño Tiburones. Debido a esta situación, nos vimos obligados a radicar una demanda contra la agencia desde hace dos años ya que la agencia se resiste a cumplir con la Ley sobre Política Pública de Humedales desde el año 1998 (Ley Núm. 314 de 24 de diciembre de 1998).”  Esta ley, según indicó, exige a la Junta de Planificación, en coordinación con el DRNA, a identificar y designar todos los terrenos pertenecientes a la Autoridad de Tierras y en donde existen humedales, como reserva natural.

Ela Cruz, planificadora y portavoz de SOPI, expresó que a través de una solicitud hecha al Tribunal de Primera Instancia de San Juan, “obtuvimos copia de un informe preparado por científicos y técnicos del DRNA como resultado de varios viajes de campo realizados durante los pasados meses, confirmando nuestra posición sobre la existencia de cerca de 7,000 cuerdas de humedales en terrenos públicos en el Caño Tiburones y administrados por la Autoridad de Tierras.  Ante este hecho, es un acto irresponsable y contrario a su deber legal que la Junta de Planificación continúe obstaculizando la protección de estos terrenos como reserva natural, no tan solo por lo ordenado en la Ley Núm. 314, sino también por la orden ejecutiva firmada ahora por el Gobernador”.

Como resultado, la planificadora solicitó al Gobernador “a que imparta instrucciones específicas y de inmediato a los miembros de la junta de gobierno de la Junta de Planificación para que cumplan con la protección de las 7,000 cuerdas de humedales del Caño Tiburones de inmediato, haciendo valer así su palabra empeñada en la Orden Ejecutiva.”

Esta añadió que “no existe justificación alguna para dilatar tal designación en las próximas dos semanas, y que la Junta de Planificación continúe malgastando a su vez recursos humanos y fiscales en el pleito que radicamos, sobre todo ante el riesgo de que la Orden Ejecutiva sea derogada por el próximo gobernador electo, tal y como el propio Gobernador García Padilla nos recordó en el día de ayer al hacer mención del caso del Corredor Ecológico del Noreste”.

En el año 2008, el entonces gobernador designó mediante una orden ejecutiva la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste (CEN), medida que fue derogada un año después bajo el entrante gobernador Luis Fortuño.  El CEN fue finalmente designado en su totalidad como reserva natural y mediante ley en abril de 2013, bajo la presente administración del Gobernador Alejandro García Padilla.

El Caño Tiburones, ubicado en el llano inundable entre el Río Grande de Arecibo y el Río Grande de Manatí, alberga el humedal de agua dulce más extenso de todo Puerto Rico.  Forma parte del Bosque Nacional Modelo y de la región del karso norteño.  El Caño Tiburones recibe la descarga de aguas subterráneas y superficiales, ayudando a amortiguar el impacto de las inundaciones sobre los ciudadanos residentes en esta zona, sirviendo a su vez de hábitat para el desarrollo de numerosas especies de pesca con valor comercial.  Ha sido reconocido por agencias estatales y federales como una de las áreas de mayor valor ecológico en Puerto Rico.  Ha sido designada como un Área Importante para las Aves por la organización internacional BirdLife International, distinguiéndola por su valor para las aves entre otros lugares en el planeta, ya que alberga alrededor de 220 especies de aves residentes, migratorias, incluyendo especies vulnerables y en peligro de extinción.  Sus recursos naturales proveen una oportunidad excepcional para la diversificación del turismo de Puerto Rico dirigido al turismo de naturaleza y el ecoturismo.