Por redacción de Sin Comillas

Caminaron, escucharon, observaron, midieron y anotaron, en ocasiones trabajaron en humedales, en la costa o en la charca de un río, con el agua a la cintura. Se trata de los más de 4,000 voluntarios Para la Naturaleza, quienes donaron unas 57,000 horas de su tiempo y aportaron grandemente en los logros que la institución alcanzó durante el año 2016.

La organización maneja más de 30,000 cuerdas de terreno alrededor de las islas de Puerto Rico, por lo que la labor de los voluntarios es vital para lograr las metas de conservación de Para la Naturaleza, que a su vez ha aportado al 16% de los terrenos protegidos en el País que se logró durante el 2016.

Casi todos los proyectos de Para la Naturaleza cuentan con la dedicación de voluntarios, como Luis Joel Pérez, quien ha colaborado con más de 900 horas. Luis comenzó como voluntario en la Reserva Natural Hacienda La Esperanza, en Manatí, y continuó dando de su tiempo en otras áreas naturales que Para la Naturaleza ayuda a proteger. De igual forma, Sonia Pagán y su hijo, Adrián Flores, han donado más de 150 horas voluntarias desde el 2015, creando lazos de amistad entre intérpretes y otros colegas voluntarios.

Son familias enteras, estudiantes y universitarios en busca de conocimiento, retirados y personas que van buscando paz y contacto con la naturaleza. El perfil de nuestros voluntarios es tan variado como las experiencias que ofrecemos en conservación, agricultura, ciencia, historia, cultura, arte, y educación, entre otras.

Uno de los proyectos que contó con un gran apoyo de la labor voluntaria fue Explorando la Vida del Río Grande de Manatí -una iniciativa de Ciudadano Científico subvencionada en parte por la National Science Foundation- que divulgó sus hallazgos en los medios masivos en todo el País.

El proyecto tuvo como escenario el tercer río más largo de Puerto Rico, el Río Grande de Manatí y su cuenca hidrográfica, la cuarta más grande de nuestro archipiélago, que discurre por terrenos de los municipios de Orocovis, Barranquitas, Morovis, Ciales, Florida, Jayuya, Corozal, Manatí y Barceloneta.

Una de las voluntarias y científica ciudadana más destacada es Venus Páez. Además de ser protagonista de los anuncios de TV de Para la Naturaleza, Venus es una estudiante viequense, líder en la investigación de murciélagos, y quien ha presentado sus hallazgos en conferencias de expertos en el tema en Estados Unidos y Sudáfrica.

Las adquisiciones de terrenos para ser protegidos también alcanzaron logros significativos en el 2016. Tal es el caso del Área Natural Protegida Hacienda Pellejas, compuesta por 1,372 cuerdas en el municipio de Adjuntas.  Cuenta con una tercera parte de área de bosques y posee varios manantiales tributarios del río Pellejas, una cuenca hidrográfica vital para los abastos de agua de zonas urbanas en Puerto Rico.

La séptima edición de la Feria Para la Naturaleza alcanzó otro récord de asistencia en el 2016 con 5,700 participantes, quienes compartieron información sobre el fascinante tema de la inteligencia de las plantas y se llevaron a casa más de 4,000 arbolitos de 17 especies nativas, todos cosechados en los viveros de árboles nativos que maneja Para la Naturaleza en Puerto Rico. La actividad también sirvió de plataforma para el reclutamiento de voluntarios e incorporación de la ciudadanía en labores de conservación.

En total, fueron más de 75,000 personas las que llegaron a nuestros centros de visitantes en Cabezas de San Juan, Fajardo, Hacienda La Esperanza, Manatí, o en Hacienda Buena Vista, en Ponce y participaron de algunos de nuestros recorridos, talleres o realizaron trabajo voluntario.

En el 2017, Para la Naturaleza seguirá procurando generar el entusiasmo y la participación activa de la ciudadanía, necesaria para asegurar que el porcentaje de las áreas naturales protegidas en Puerto Rico alcance un 33% para el año 2033.