Por Luisa García Pelatti
Fíjese bien en la foto. Esa estructura de metal se supone que se construyó para proteger de la lluvia y el sol. ¿Proteger a quién? Si se fija, en el fondo se ven dos barcos cruceros. La foto está tomada este fin de semana en el muelle Panamericano y la estructura en cuestión tiene la función de proteger a los pasajeros que llegan y que no toman un taxi. Son principalmente residentes.
El Gobierno acaba de invertir este mes $8.7 millones en la expansión del muelle tres del Viejo San Juan, que permitirá que la isla reciba cruceros capaces de albergar más de 6,000 personas; pero parece que no tiene dinero para poner un techo en el muelle Panamericano.
Hace un par de años ya denuncié en la redes sociales el lamentable estado de esta estructura, que en ese momento tenía techo, aunque completamente agujereado. Me cuentan que se decidió eliminarlo porque una persona había resultado herida con los trozos metálicos que se desprendían y caían sobre la gente. Es hora de que se haga algo.
Pero esta estructura no es el único problema. Se debe buscar un mejor acomodo para el recogido de los pasajeros que no cogen taxis y que en días de lluvia se ven obligados a cruzar la calle y mojarse. Esto pasa con los pasajeros del barco que atraca en la parte más cercana al club náutico. Los pasajeros del segundo crucero que atraca en este muelle desembarcan en mejores condiciones, pero todavía mejorables.
