Por Edwin R. Ríos*

Las estadísticas económicas son tan importantes para un país como es para el cirujano el récord clínico de un paciente. El sector privado como el público necesitan de un sistema de estadísticas económicas certeras, oportunas y completas para que la toma de decisiones sea informadas y correctas. Es menester del gobierno tener información económica confiable para poder formular e implantar políticas fiscales y de desarrollo económico eficaces. De igual forma, los negocios requieren de datos económicos para tomar las mejores decisiones de inversión y producción. La información de baja calidad aumenta la desconfianza y afecta las decisiones de inversión.

Si algún consenso existe entre los economistas locales es la necesidad de modernizar las estadísticas económicas del país, incluyendo las metodologías y métricas. La Junta de Planificación (JP) produce desde los años 1950 las estadísticas económicas. Desde entonces, y a través de los años, ha existido alguna relación de colaboración con el Bureau of Economic Analysis (BEA) del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. En periodos recientes, diversos economistas locales e internacionales han preparados informes a la JP para la revisión del sistema de cuentas nacionales.

En el 2011, el BEA hizo una evaluación de las cuentas económicas de Puerto Rico e incluyó un informe con recomendaciones para modernizar las cuentas. Sin embargo, las administraciones de gobierno de turno, desde hace años, no han reconocido la importancia ni le han asignado los recursos para mejorar las estadísticas económicas del país. Krueger en el informe del 2015 recomendó con urgencia fortalecer las estadísticas y asignar los fondos necesarios, ya que las estadísticas buenas no son un lujo. En el 2016, un equipo de trabajo del congreso federal recomendó una mayor participación del BEA y la asignación de recursos para calcular el Producto Interno Bruto.

En días recientes, el BEA divulgó el prototipo de las estadísticas para Puerto Rico. Hay que reconocer esto como un paso importante y afirmativo en el objetivo de mejorar las estadísticas. Sin embargo, el BEA, en su comunicación, hace dos planteamientos importantes. Primero que la continuación de estos esfuerzos está sujeta a la disponibilidad de recursos federales y segundo que el apoyo del gobierno de Puerto Rico es fundamental para el éxito de la generación de estos estimados. La coyuntura para crear una transición hacia un marco institucional sólido que provea la infraestructura para la producción confiable y pertinente de las estadísticas económicas del país es ahora. Como parte de la eventual transición de la Junta es necesario ir fortaleciendo la producción de estadísticas económicas. En cuanto a los recursos, la Comisionada Residente debe hacer gestiones para la asignación de recursos a nivel federal. Mientras que la Junta de Supervisión Fiscal, junto al gobierno de Puerto Rico, tienen que identificar los recursos necesarios para las instituciones locales.

Desde abril de 2018 está ante la consideración de la Cámara de Representantes el Proyecto 1552 para crear la “Ley de Reestructuración y Modernización Metodológica del Sistema de Cuentas Nacionales de Puerto Rico”. Esta ordena a la Junta de Planificación y al Instituto de Estadísticas, la reestructuración y modernización metodológica del Sistema de Cuentas Nacionales.

El BEA debe transferir el conocimiento y proveer la asistencia y el asesoramiento técnico para que el gobierno de Puerto Rico sea el que produzca todos los estimados del sistema de cuentas nacionales. Hasta ahora, la cobertura y los datos que el BEA va a producir son muy limitados en comparación con el Sistema de Cuentas Nacionales.

  • El autor es economista