Rescatamos hoy, por su pertinencia y vigencia, este artículo publicado en agosto del año pasado.

El Sistema de Retiro de los Empleados del Gobierno se quedarán sin dinero para pagar las pensiones en el 2014, si no hacemos nada para evitarlo. Ya lo advertimos en primicia el 18 de agosto de 2010. El  Centro para la Nueva Economía (CNE) abundó sobre las dimensiones del problema y explicó que no hay soluciones mágicas para abordar un problema que plantea interrogantes financieras, políticas, legales y morales.

Los pensionados deberán renunciar a algunos de los beneficios más recientes; los empleados del gobierno deberán aportar más y el resto de los contribuyentes tendrán que poner de su parte a través de algún impuesto especial.

Héctor Mayol, administrador del Sistema de Retiro

El déficit actuarial del Sistema de Retiro de los Empleados del Gobierno es de $17,000 millones. El informe, realizado por la firma Milliman, advierte que si no se modifican las aportaciones patronales, los activos de los Sistemas se agotarían en el 2014, y recomienda “aumentar de forma significativa” las aportaciones patronales. Las aportaciones de los patronos no se han modificado desde 1990 y no son suficientes para cubrir las obligaciones del sistema.

Para Sergio M. Marxuach, director de política pública del CNE, la raíz del problema está en que las aportaciones no se determinaron de acuerdo a los beneficios, y que en 40 años no se hizo nada.

“Esto es culpa de todo el mundo. Desde los próceres hasta ahora, incluyendo a nosotros mismo”, dijo Miguel Soto Class, presidente del CNE.

Una solución “justa” al problema va a requerir que todos hagan sacrificios, porque “esta deuda forma parte integra de nuestro contrato social”, señala Soto Class.

Una solución justa va a requerir que el sacrificio de pensionados, empleados públicos y contribuyentes. Habría que discutir cómo se distribuye esa carga.

El CNE sugiera que una posibilidad es que se eliminen los beneficios recientes a los pensionados, que se otorgaron cuando ya se sabía que el sistema estaba al borde del colapso; que los empleados públicos aumenten su aportación y que se reparta la carga entre todos los contribuyentes por medio de una tasa reducida.

“Sino se reparte el sacrificio, no vamos a poder cumplir con esa obligación de depositar todos los meses el cheque el la cuenta del abuelo”, advierte Marxuach.

“Veo esto como un naufragio”, dice Soto Class, que propone crear un equipo multidisciplinario para resolver el problema, algo así como un comité de sabios en varios temas que puedan plantear soluciones.

En el mes de febrero, el Gobernador, Luis Fortuño, nombró una Comisión Especial para desarrollar un plan para reformar el Sistema de Retiro del Gobierno. Las recomendaciones se conocerán a finales del próximo mes. Se anticipa que se producirán recortes en los beneficios y se podría reducir el límite de los préstamos.