Por Luisa García Pelatti

“La economía de Puerto Rico estará montada en una montaña rusa durante los próximos años. Cuán empinado y vertiginoso será el paseo dependerá del impulso fiscal que reciba la Isla”, señala un informe publicado por Moody’s Analytics al que ha tenido acceso SIN COMILLAS.

El informe presenta tres escenarios con proyecciones económicas. En los tres casos se prevé un repunte económico que alcanzaría su punto más alto en el 2019, para después volver a caer de forma rápida hasta el 2020 y luego más suavemente en los siguientes ocho años. La economía podría llegar a acujular una caída de entre 15.8% y 19.0% entre 2020 y 2028.

Tres posibles escenarios

  1. Plan de Recuperación: se reciben más fondos de lo esperado. En el corto plazo, la economía crece a un fuerte ritmo (5.9% en el 2019) y se logra la mayor reducción de la tasa de desempleo (9.5%). Se reduce la emigración.
  2. Plan Fiscal: el gobierno adopta medidas de austeridad fiscal, se acelera la emigración y la economía exhibe el peor desempeño, con un crecimiento de 3.0% en el 2019.
  3. Legislación Rubio-Hatch: incluye un crédito federal por niños dependientes y reducir, durante dos años, el descuento por nómina del Seguro Social que se le hace a los trabajadores. Aunque en el corto plazo el crecimiento económico es inferior (4.2% en el 2019), en el largo plazo iguala el desempeño del escenario 1 (-1.3% en el 2028).

Bajo el primer escenario, con el Plan de Recuperación, la economía crece a un ritmo más rápido al principio (3.1% y 5.9% en 2018 y 2019). El Plan propone proyectos de reconstrucción valorados en $139,000 millones, el escenario con el mayor estímulo. “Este plan supera los $94,000 millones solicitados por el Gobernador Rosselló al Congreso en noviembre y es más de una vez y media el estimado actual del Producto Interno Bruto”, señala Bernard Yaros, economista de Moody’s Analytics.

De los $139,000 millones, menos de $70,000 millones vendría de fondos federales. Cerca de $25,000 millones del costo del plan se cubrirían con medidas suplementarias relacionadas con desastres y con medidas presupuestarias que todavía no se han asignado. Los $45,000 millones restantes, un tercio del costo total, se supone que vendrá de fuentes desconocidas que podrían ser el Gobierno de Puerto Rico, el sector privado, y fundaciones benéficas. Moody’s Analytics cuestiona que el Plan no defina cómo se van a financiar esos $45,000 millones y no incluyó esa cantidad en sus proyecciones.

En el escenario Rubio-Hatch el crecimiento económico es superior al del Plan Fiscal (4.2% frente a 3.0% en el 2019), que pone en vigor serias medidas de austeridad fiscal. En los tres escenarios, la actividad experimenta una fuerte caída en el 2020, con el fin de los fondos de recuperación.  A partir de ahí, la caída se vuelve relativamente más suave en todos los escenarios.

En los últimos años del periodo de proyección (2024-2028), los resultados de los escenarios del Plan de Recuperación y Rubio-Hatch convergen, mientras se amplía la diferencian con el escenarios del Plan Fiscal, el que tiene el peor desempeño.

En términos de decisiones de política pública, Moody’s Analytics considera que el Congreso de Estados Unidos podría decantarse por el escenario Rubio-Hatch en lugar del Plan de Reconstrucción, porque no hay mucha diferencia en términos de desempeño de la economía y evitarían así el desembolso de fondos para reconstrucción. Pero hay que tomar en cuenta, aconseja Yaros, los beneficios de un mayor desembolso de fondos para la recuperación. Se logra la mayor reducción de la tasa de desempleo y de la emigración y, si se hace de forma adecuada, permite invertir en infraestructura.

El escenario del Plan de Reconstrucción sería preferible, dice, al de Rubio-Hatch si ese mayor nivel de fondos federales que se reciban se utilizan con eficacia para que la economía sea más resiliente en el próximo huracán.

Aunque escenario del Plan Fiscal presenta los peores resultados, el informe destaca la importancia de alcanzar presupuestos balanceados y responsabilidad fiscal. Por otro lado, Moody’s Analytics incide sobre el costo económico y humano de las medidas de austeridad contenidas en el plan, que tendrán un efecto inmediato, mientras que los beneficios de las reformas estructurales podrían tardar más de 10 años en manifestarse.

“Los resultados de estos escenarios arrojan luz sobre todas las concesiones que tendrán que hacer los políticos del gobierno federal y de Puerto Rico en los próximos años. La isla no solo se está recuperando de un evento natural único, sino también de una década de recesión económica. Una formulación efectiva de políticas a todos los niveles del gobierno puede hacer una diferencia en las perspectivas económicas de Puerto Rico a largo plazo”, opina el analista.