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Por redacción de Sin Comillas

Moody’s Investors Service, una de las casas que evalúan el crédito de Puerto Rico, anunció que decidió bajar dos escalafones la clasificación de los bonos de obligación general (GOs) de la Isla de Baa1 a Baa3, sólo un nivel por encima de lo que se considera “grado de no inversión” (bono basura). La perspectiva permanece negativa. Unos $15,500 millones en deuda de Obligaciones Generales se verán afectados con este cambio de clasificación.

Tres días después de las elecciones, el 9 de noviembre, otra agencia de crédito, Standard & Poors Ratings Services (S&P) le envió una advertencia al gobierno entrante al decir que podría decidir degradar la deuda antes de fin de año o en los primeros días de 2013. Moody’s no ha avisado, pero tampoco se puede decir que la degradación haya sido una sorpresa. Se esperaba, aunque muchos confiaban en que la agencia esperaría a que el gobierno hubiera tomado posesión.

S&P mantiene una clasificación de BBB sobre la deuda de Puerto Rico y Fitch le ha dado una nota de BBB+.

El gobernador electo, Alejandro García Padilla, envió este comunicado de prensa a los medios en Estados Unidos:

Governor Elect Padilla Comments on Moodys PRESS RELEASE DRAFT 12-16 5 PM ET (00499547)

La clasificación de Baa3 es el escalafón más bajo dentro de lo que se considera “grado de inversión” y es el nivel al que Moody’s tenía los bonos de obligación general de Puerto Rico en el 2008. La clasificación mejoró en el 2009. En agosto de 2001, Moody’s degradó la deuda de A3 a Baa1 y desde entonces la perspectiva ha sido negativa, aunque no se puso en revisión para una posible degradación.

Como resultado de la baja en la clasificación de los bonos de obligación general, Moody’s bajó los bonos de la Corporación de Financiamiento Público, ciertos bonos subordinados de la Autoridad de Carreteras y Transportación y los bonos de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, de Baa2 a Ba1, el nivel más alto de lo que se considera “grado de no inversión”.

En el informe Moody’s reconoce el avance alcanzado en los pasados años en materia económica y fiscal pero opina que no ha sido suficiente y muestra preocupación por la capacidad del gobierno de controlar sus gastos y reformar el sistema de retiro en el futuro inmediato.

“La proyección de crecimiento económico sigue siendo débil luego de seis años de recesión y pudiese ponerse peor si el gobierno no controla sus gastos y reforma el sistema de retiro”, indica Moody’s en su informe.

“En el 2006, Puerto Rico entró en recesión cuando el resto de los Estados Unidos estaba en plena expansión. Desde entonces, Puerto Rico sigue en recesión. Algunos indicadores económicos, como las ventas al detal, las ventas de auto y de cemento y el Índice de Actividad Económica del Banco Gubernamental de Fomento se han estabilizado y muestran ahora un patrón de crecimiento positivo por primera vez desde el 2006, pero la mejoría viene de luego de estar muy atrás, y refleja lo que es esencialmente una economía muy débil que probablemente no pueda absorber mucha más presión”, señaló Moody’s.

La casa evaluadora del crédito también señala que no tiene una idea clara de cuándo y cómo el gobierno va a resolver el problema del déficit de los sistemas de retiro y alerta que la falta de acción en este respecto bien pudiera resultar en una baja adicional en la clasificación del crédito. “En el 2011, el gobierno completó una modesta primera fase de reforma de los sistemas de retiro (incrementando de forma ascendente la contribución patronal y limitando el tamaño de los préstamos personales a los miembros) pero no llevó a cabo reformas adicionales significativas. El plan para llevar a cabo reformas adicionales permanece incierto”, señala Moody’s textualmente en su informe.

Otros factores considerados por Moody’s en su evaluación incluyeron el alto nivel de endeudamiento del gobierno, y su opinión de que el nivel de ingresos del gobierno, aunque en crecimiento, es aún muy bajo.

“Obviamente, no nos complace la acción que toma Moody’s en el día de hoy, y estamos en desacuerdo con que no le hayan dado más tiempo a la administración entrante para presentarles a su equipo fiscal y su plan de trabajo para atender estos asuntos. Más aún, estamos en desacuerdo con la interpretación que hacen de muchos de los aspectos de la situación fiscal del gobierno al presente. Pero en su esencia, el informe valida lo que hemos estado diciendo por los pasados meses: primero, que en los pasados años se ha alcanzado considerable progreso en materia económica y fiscal; segundo, que ese progreso no es suficiente y tenemos que hacer más; y tercero, que no hay tiempo que perder, que la nueva administración tiene que moverse con urgencia y presentarles su plan para seguir atendiendo la situación económica y fiscal”, señaló el presidente del Banco Gubernamental de Fomento, Juan Carlos Batlle.

Se espera que la degradación provoque la venta de deuda en algunos inversionistas, aunque según algunos expertos la mayor parte de los inversionistas la esperaban.

Una decisión prematura

Sergio Marxuach, director de Política Pública del Centro para la Nueva Economía (CNE), cree que la acción es “prematura” ya que la administración entrante ni siquiera ha tomado posesión y no ha tenido oportunidad de presentar formalmente su política económica y fiscal así como su plan para el sistema de retiro.

“Ninguno de los factores que menciona Moody’s para fundamentar su decisión—economía débil, desempleo alto, niveles insostenibles de deuda, fondo general que depende de impuesto temporero, utilización de deuda para financiar deficits, y el déficit actuarial del fondo de retiro—eran desconocidos o son noticias para los mercados”, explica Marxuach.

“Creo que la degradación refleja, en general, descontento con la falta de progreso en estas áreas, y tal vez más importante, que los analistas no prevén mucho progreso en el corto a mediano plazo”.

“Mirando hacia adelante creo que es importante que la nueva administración: (a) trabaje lo más rápidamente en un plan viable en términos financieros y políticos para los sistemas de retiro; (b) tome medidas para estabilizar el fondo general, específicamente extender el termino y aumentar la tasa del impuesto de la ley 154 y suspendiendo la segunda fase de la reforma fiscal; (c ) utilizar los recaudos adicionales generados por esas dos acciones para estimular la economía a corto plazo; (d) re-estructurar las operaciones de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y la Autoridad de Carreteras, incluyendo aumentando las tarifas/peajes y re-negociando los términos de la deuda de esas corporaciones; y (e) pasar legislación para limitar el crecimiento de la deuda publica al crecimiento del Producto Nacional Bruto (PNB) en términos nominales. Finalmente, es hora de entender que las elecciones ya pasaron y es hora de ponerse los pantalones largos”, comentó Marxuach.

Reacciona el gobierno entrante

El gobernador electo, Alejandro García Padilla, que se encuentra de viaje oficial en Washington no emitió declaraciones sobre el tema. El entrante presidente de la Comisión de Hacienda, Rafael Hernández responsabilizó a la administración saliente de la falta de cumplimiento del gobierno de Luis Fortuño con sus propias proyecciones.

“Entendemos que la revisión que hizo la Junta de Planificación de bajar la proyección de crecimiento económico de 1.1% a 0.6% tiene un peso en esta determinación porque refleja que la proyección de ingresos estaba sobreestimada”, indicó Hernández.

“Ahora es nuestra responsabilidad primordial presentar medidas inmediatas que atienda el problema de los recaudos del Fondo General. Ya estamos analizando algunas medidas que ayudarán a aumentar los ingresos del Fondo General con dinero nuevo. De igual forma estamos analizando medidas que permitan atender la difícil situación de los Sistemas de Retiro”, subrayó Hernández.

A continuación el enlace para ver la presentación de Moody’s explicando las razones de la degradación:

Puerto Rico Rating Action 12.17.12