Por Luisa García Pelatti

La situación financiera de los consumidores es la mejor en más de tres décadas. La deuda de consumo como proporción del ingreso personal –una medida de la situación financiera de los consumidores– disminuyó en año fiscal 2017 a 33.1% comparado con el 35.8% del año fiscal anterior. Es el nivel más bajo desde 1984. La cifra llegó a estar en 50% durante 1988 y 1989.

La deuda de las familias (no incluye deuda hipotecaria) registró en el año fiscal 2017 un descenso de 6.7% y se situó en $21,355.2 millones, lo que supone una caída de $1,527.2 millones, según el Informe Económico al Gobernador que publica la Junta de Planificación. Es la segunda reducción consecutiva y la tercera en los últimos cinco años.

La deuda en préstamos en bancos comerciales disminuyó 4.3%, mientras que la deuda en préstamos personales pequeños bajó 17.3%.

La deuda de los consumidores aumenta en cooperativas locales (1.4%), que con $66.4 millones más, crece hasta $4,753.7 millones, y en cooperativas federales (6.6%). También aumenta la deuda en la Asociación de Empleados del ELA (5.4%).

Sin embargo, se reduce la deuda en fondos públicos de pensiones (-10.9%) y 5.9% en compañías de seguros de vida.

Hay que destacar el crecimiento de la deuda de los préstamos estudiantiles, que en el año fiscal 2017 se elevó un 3.0%, lo que supone un incremento de $13.8 millones, hasta $478.5 millones.

Los datos de deuda de los consumidores no incluyen la deuda hipotecaria, que según la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras fue de $22,796 millones en el 2017.