Las acciones se desplomaron el lunes en Wall Street, en una jornada dominada por la ansiedad de los inversionistas luego que Standard & Poor’s rebajó la calificación de la deuda de Estados Unidos. La caída supera la que se produjo tras la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008.

El índice Dow Jones cayó 5.5% y cerró en 10,809.85 unidades. Fue la sexta peor pérdida de puntos para el Dow en los últimos 112 años y la peor en un día desde diciembre del 2008. Cayó del nivel de 11,000 puntos por primera ocasión desde noviembre. 

El S&P 500 descendió 79.92 unidades, o 6.7%, a 1,119.49. El Nasdaq bajó 174.72 puntos, o 6.9%, a 2,357.69. Todas las acciones del índice Standard & Poor’s 500 sufrieron pérdidas.

El lunes fue la primera oportunidad para que los inversionistas mundiales respondieran al anuncio de S&P’s del viernes, que redujo su evaluación de la deuda del gobierno estadounidense de largo plazo en un peldaño, de AAA —el máximo— a AA+.

Los inversionistas se mostraron preocupados por la desaceleración económica de Estados Unidos, el empeoramiento de los problemas de deuda que amenazan a Europa y por la perspectiva de que se intensifiquen los temores en los mercados, como ocurrió durante la crisis financiera a finales del 2008.

“Lo que está sacudiendo al mercado es un temor relacionado con el crecimiento económico”, dijo Kathleen Gaffney, co-gerente del fondo de bonos Loomis Sayles de $20,000 millones. “El mercado está bajo mucha presión, que realmente tiene poca relación con la degradación”, señaló la especialista. En cambio, agregó, los inversionistas están enfocados en “cómo van a superar Europa y Estados Unidos la pesada carga de una deuda alta” si el crecimiento económico sigue siendo lento.

El presidente Barack Obama dijo el lunes que Estados Unidos puede arreglar sus problemas con un poco más de voluntad política. “Los mercados subirán y bajarán, pero esto es Estados Unidos”, manifestó Obama a los periodistas en la Casa Blanca. “No importa lo que alguna agencia pueda decir, siempre hemos sido y siempre seremos un país de triple A”. El mandatario intentó asegurar a los inversionistas y la ciudadanía que las autoridades nacionales sólo necesitan demostrar “sentido común y cooperación” para controlar la enorme acumulación de deuda del país. Obama dijo que la mayoría de los inversionistas del mundo coinciden en que Estados Unidos sigue siendo un país seguro para colocar su dinero.

El nerviosismo atizó los recuerdos de la crisis financiera de hace tres años, llevando a los inversionistas a alejarse de las acciones y buscar refugio en los activos que consideraban como inversiones más estables, como los bonos del Tesoro y el oro.

El precio de los bonos del Tesoro subieron agudamente, y los rendimientos, que se mueven en sentido contrario al precio, cayeron. El rendimiento del bono a 10 años bajó a 2.34%, de 2.57% del viernes, igualando su nivel más bajo del año, registrado la semana pasada. “Eso se debe mayormente a un vuelo hacia lugares seguros”, dijo Thomas Simons, economista de mercado de dinero con Jefferies & Co. El oro estableció un precio récord al subir $61.40 para colocarse en $1,713.20 por onza troy.

El petróleo se hundió

El crudo West Texas Intermediate cayó $5.57, hasta $81.31 por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Ese cierre es el más bajo del año para el crudo, pero sigue arriba del menor nivel de los últimos 12 meses, de $71.63 por barril.    

En cuanto a los mercados bursátiles en Europa, el índice británico FTSE 100 cerró con perdida de 3.4%, el indicador francés CAC-40 se desplomó 4.7% y el índice alemán DAX cayó 5%. En Asia, el índice japonés Nikkei 225 finalizó con una pérdida de 2.2%.