WASHINGTON (AP) – La supertormenta Sandy terminará por costar cerca de $20,000 millones en daños, además de entre $10,000 y $30,000 millones más en pérdidas, de acuerdo con un pronóstico de la empresa especializada en prospectiva IHS Global Insight.

A largo plazo, la devastación que la tormenta causó en la ciudad de Nueva York y otras partes del noreste de Estados Unidos apenas mellará la economía del país. Esa es la previsión de economistas que dicen que el aumento en los precios del combustible y la desaceleración económica marginal de las próximas semanas serán compensados por la inversión en reconstrucción y reparaciones, que contribuirá al crecimiento con el tiempo.

No obstante, el golpe inmediato a la economía podría restarle 0.6 puntos porcentuales al crecimiento económico en el trimestre octubre-diciembre, dice IHS. Los comercios minoristas, las aerolíneas y las empresas constructoras de viviendas sufrirán algunas pérdidas por inactividad.

Los economistas prevén que los daños de Sandy superarán a los causados por el huracán Irene el año pasado, los cuales sumaron $15,800 millones. Irene tuvo poco impacto en el crecimiento del país.

Sandy presumiblemente se colocará entre los 10 huracanes más costosos en la historia de Estados Unidos, aunque estará muy lejos del peor de todos, Katrina, que costó $108,000 millones y causó 1,200 muertes en 2005.

La tormenta dejó sin electricidad a cerca de 7 millones de hogares, interrumpió las actividades en el 70% de las refinerías petroleras de la Costa Este y causó más daño del esperado en la zona metropolitana de la ciudad de Nueva York. Esa área produce cerca del 10% del rendimiento económico de Estados Unidos.

La mayoría de los propietarios de casas que sufrieron pérdidas por inundación no podrán beneficiarse de sus pólizas de seguros. Las pólizas estándares para dueños de casas no cubren daños por inundaciones y muy pocos cuentan con seguros por daños por inundación.

Los envíos y los viajes de negocios han sido suspendidos en áreas del noreste del país. Más de 15,000 vuelos para la zona y otras partes del mundo se mantuvieron en tierra y tendrán que pasar días antes de que algunos pasajeros lleguen a su destino.

El martes, más de 6,000 vuelos fueron cancelados, de acuerdo con el servicio de rastreo de vuelos FlightAware. Más de 500 vuelos programados para el miércoles de antemano han sido cancelados.