Por redacción de Sin Comillas

Los propietarios de casinos quieren que el Gobierno les permita abrir. Los casinos han estado cerrados desde el 16 de marzo y sólo se les permitió abrir durante dos semana en julio, para después volver a cerrar. La decisión afecta a las más de 3,000 empleados, que fueron cesanteadas en marzo y nuevamente en julio, pero que aún no han recibido sus beneficios de desempleo.

Los operadores de los casino consideran que la decisión de cerrar de tomó “de forma infundada y sin haber evaluado todas las rigurosas y estrictas medidas tomadas”. Exigen que los cierres se hagan usando evidencia empírica o un rastreo que sostenga esa decisión. Defienden que siguen estrictamente los protocolos de limpieza, desinfección y distanciamiento.

Los casino aportan unos $150 millones al presupuesto de la Universidad de Puerto Rico, la Compañía de Turismo y el Fondo General, que ahora están en riesgo.